REUTERS-EFE
CARACAS.- Artistas, grabaciones, animadores, mensajes de Twitter y hasta un muñeco de dos metros que lo representa; el oficialismo venezolano usa todos los recursos posibles para suplir la ausencia del convaleciente presidente Hugo Chávez en la antesala de la campaña electoral.

Como si de una versión del Cristo de Corcovado se tratara, otro Chávez hinchable de cinco metros, con el puño en alto, camisa roja y sonriente saluda desde las alturas a los caraqueños. La figura forma parte de un conjunto de muñecos traídos desde China y distribuidos por el Parlamento del país a algunos colectivos oficialistas.

Enfermo de cáncer desde hace un año, Chávez se ha visto forzado a restringir sus apariciones públicas drásticamente, una falta cada vez más notoria a cuatro meses de los comicios en los que se medirá contra el candidato Henrique Capriles.

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Pese al entusiasmo que reinaba en una convocatoria reciente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), los asistentes no lograban llenar una plaza colonial de Caracas que era el centro de la reunión, y obligaban a la TV estatal a cerrar las tomas para maquillar los espacios vacíos.

El Himno Nacional en una versión grabada por el propio Chávez, o un llamado telefónico en vivo, y hasta un breve mensaje vía Twitter pueden desatar la euforia entre los simpatizantes del gobierno, una audiencia tapizada de camisetas rojas con el rostro del militar retirado estampado en el pecho.

"Durante su vida, él (Chávez) ha dado todo por nosotros, es hora de que nosotros demos todo por él", arengó el vicepresidente Elías Jaua.

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Con el fervor de los devotos que acuden a un templo, los chavistas escuchan el mensaje, rodeados de gigantescos carteles que muestran a su ausente líder, lozano, sonriente y en plenas facultades físicas, lejos de las últimas imágenes.

La ceremonia discurre entre cánticos que destacan los planes de salud, educación, vivienda y trabajo que ha creado Chávez, mientras los animadores piden compromiso con la revolución que encabeza el mandatario y hasta un día de sueldo para financiar la campaña.

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"El 7 de octubre se elige presidente. No alcalde ni gobernador ni diputado, así que no queremos un grito, una consigna o un esfuerzo que no sea para lograr la reelección de Chávez", advirtió Jaua.

El sentimiento que imprimió a su discurso no evitó que muchos de los asistentes abandonaran el pequeño recinto, convirtiendo el cierre del acto en algo casi íntimo.

La mayoría de las encuestas señala a Chávez como el amplio favorito para lograr la reelección, aunque existen diferencias en la ventaja que le otorgan sobre Capriles.

Chávez, usualmente locuaz y omnipresente en la vida de los venezolanos, ha bajado notoriamente su perfil y él mismo explicó su necesidad de descansar y recuperarse del cáncer que lo aqueja.

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La salud del mandatario se maneja como un secreto de Estado y lo único que oficialmente se ha informado es que se sometió a tres operaciones y que le han sido removidos dos tumores malignos en el área pélvica desde el año pasado.

La ausencia de Chávez ha perjudicado incluso en la colecta de fondos para su campaña.

El programa Un día de sueldo para la revolución alcanzó apenas unos 2,2 millones de bolívares ($ 512.000) a diez días de su cierre, frente al año anterior, cuando se sumaron 7 millones de bolívares.

Unos $ 14 millones están contemplados en los presupuestos del Estado para la promoción presidencial en el 2012, aunque el diputado opositor Carlos Berrizbeitia considera que la cifra no se ajusta a la realidad porque no incluye la publicidad hecha en otros órganos estatales.

Además, el gobierno inyectó el pasado martes casi $ 280 millones al Ministerio de Comunicación, una cantidad que en contexto electoral se destinará en "su mayoría" a la publicidad, según el opositor.