Las contribuciones para la iniciativa Yasuní-ITT se mantienen en el promedio de $ 116 millones de diciembre pasado, cuando el Gobierno decidió continuar con este proyecto ambiental que busca evitar la explotación petrolera en un área de la Amazonía.

La jefa negociadora de la propuesta, Ivonne Baki, expuso ayer su informe de labores del 2011 y enumeró varios logros, entre ellos resaltó: “Al momento se registra un monto total de contribuciones –depositadas, comprometidas, por asistencia técnica y en proceso– al fondo Yasuní-ITT, que asciende a más de $ 116 millones”.

Su intervención arrancó el aplauso de los cerca de 40 invitados que asistieron al hotel Hilton Colón de Guayaquil.

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Pero a fines del 2011, es decir hace seis meses, Baki divulgó una cifra similar.

Desde el salón Azul de Carondelet, ella anunció que el presidente Rafael Correa había decidido extender el plazo para recaudar las compensaciones, toda vez que la iniciativa había superado la meta que él trazó para definir su continuidad.

El mínimo era $ 100 millones, pero al 30 de diciembre del 2011 ¬cuando Baki divulgó la noticia¬ había $ 116’852.503,63, entre “aportes efectivos, compromisos concretos, cooperación técnica no reembolsable y aportes en proceso”, según manifestó la funcionaria.

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La iniciativa busca preservar el ecosistema con la no explotación del petróleo que hay en los campos Ishpingo, Tambococha y Tiputini (ITT), ubicados en el Parque Nacional Yasuní, y que ascenderían a 846 millones de barriles de crudo.

El Gobierno asegura que renunciar a esto implica privar al Estado de más de $ 7.200 millones en ingresos y por eso pide a la comunidad internacional una contribución monetaria. La meta es conseguir unos $ 3.600 millones en trece años, contados desde el 2010 cuando se presentó el proyecto.