Queísmo y dequeísmo
Él dijo de que...; Yo creo de que...
En esas frases hay dequeísmo. Recordemos que una frase tiene dequeísmo cuando se usa innecesariamente la preposición «de» entre el verbo y la conjunción «que». Por lo tanto, hay dequeísmo cuando la sintaxis de la frase no exige la secuencia «de + que».

Y contrario a eso, hay queísmo cuando se omite una preposición, generalmente «de», en contextos en que es necesaria la secuencia «de + que» u otras fórmulas de preposición + que.

PAUTAS PARA IDENTIFICAR EL QUEÍSMO Y DEQUEÍSMO
1) Hay que convertir la expresión que nos hace dudar en frase interrogativa. Si necesitamos la preposición «de» para hacer la pregunta, en la frase de nuestra duda también se empleará esta preposición.

2) Otro método para reconocer el error consiste en sustituir la oración subordinada sustantiva por un pronombre demostrativo (eso, esto...). Hay que tener presente que la frase subordinada empieza con la conjunción «que». Por lo tanto, aunque suene reiterativo, todo el texto que está a partir de la conjunción se reemplaza por un demostrativo.

Bien. Ya estamos listos para aplicar estas recomendaciones en las frases de la consulta:

Al transformar a interrogativa la frase «él dijo de que...», se obtiene una pregunta inconsistente: «¿de qué dijo él?». Y al usar el otro método (reemplazo de la conjunción por un demostrativo) se ratifica la irregularidad de la frase, pues no es congruente decir «él dijo de eso...».

Al hacer las mismas pruebas con el otro caso se ratifican los problemas anteriores. Frase original: «Yo creo de que...». Al cambiarla a interrogativa queda esto: «¿de qué yo creo?» (construcción anómala), y al sustituir la conjunción por el pronombre demostrativo se confirma el problema: «yo creo de eso» (construcción agramatical).

Las pruebas anteriores dejan claro que en los dos ejemplos presentados hay dequeísmo; por lo tanto, se debió estructurar las frases sin las preposiciones: «él dijo que...» y «yo creo que...».

Ahora practiquemos con una oración que tenga queísmo: «Lo convencí que fuera al cine con su novia».

No es congruente preguntar «¿qué lo convencí?» (prueba 1); tampoco está bien decir «lo convencí eso» (prueba 2). Pero es lógico plantear la interrogante con la preposición: «¿de qué lo convencí?», y la respuesta consecuente es «lo convencí de que fuera al cine con su novia».

Cerremos la práctica con una reflexión: Antes de usar la secuencia de + que analicemos bien la sintaxis de la frase para estar seguros de que requiere o no la preposición.

Pese a que el dequeísmo y el queísmo se registran con frecuencia en el lenguaje oral de algunos países, no tienen prestigio en el ámbito culto del español actual.

FUENTES: DICCIONARIO PANHISPÁNICO DE DUDAS Y NUEVA GRAMÁTICA DE LA LENGUA ESPAÑOLA, DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA Y LA ASOCIACIÓN DE ACADEMIAS DE LA LENGUA ESPAÑOLA; DICCIONARIO DEL USO CORRECTO DEL ESPAÑOL EN EL ECUADOR, DE SUSANA CORDERO DE ESPINOSA.