Tres de la tarde, sábado 12 de mayo. Jaime Cadena Astudillo parece una estatua reverberando al sol en la Plaza de Cataluña. Ataviado con su camiseta verde, símbolo de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas, este quiteño dice que ya ha evitado seis desahucios y, el 23 de mayo, tendrá que verse por séptima ocasión con las autoridades judiciales.

“Yo seguiré luchando hasta las últimas consecuencias. Tendrán que tirar esa puerta para acceder a mi habitación”, asegura Cadena, que junto con otros afectados, recoge firmas para que el Congreso de las Diputados trate el asunto de la dación en pago, algo que podría suceder el próximo otoño.

Cadena, que ya ha cumplido los 45 años, se ha convertido en una especie de símbolo para los Afectados por las Hipotecas. De momento, dice que ya ha “parado” seis desahucios y, en teoría, el 23 de mayo, agentes judiciales intentarán otra vez sacarlo del departamento que adquirió en el 2006 por 255.000 euros en Ciudad Meridiana, un barrio situado en el extrarradio de Barcelona. La hipoteca fue concedida por la Caixa Cataluña, entidad que está intervenida por el Estado desde el 2011.

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Cuando firmó la hipoteca, Cadena dice que comenzó a pagar mensualidades de 900 euros, que luego se incrementaron a 1.200 y llegaron hasta los 1.600 euros. Finalmente, en el 2009 perdió su empleo como albañil, pues el sector de la construcción ya sufría los embates de la crisis provocados por la explosión de la burbuja inmobiliaria. Entonces él se quedó sin dinero y dejó de cumplir sus compromisos con la banca.

A partir de ese momento, la situación de Cadena devino en precaria. Asegura que el problema le costó hasta el matrimonio, pues se separó de su pareja. Él continúa en la vivienda junto a tres hijas de 22, 20 y 18 años de edad, y un hijo de 15 años. Además, con él también vive su nieto de 3 años.

“Tengo que parar el desahucio hasta conseguir un piso de protección oficial. Mis hijos se están desperdigando por todo lado porque no quieren vivir el problema… se van donde su mamá, donde los amigos, y esto es un sinvivir”, exclama.

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Jaime Cadena actualmente está trabajando. Dice que gana 1.100 euros al mes que los destina a la manutención de su familia, “pues son muchas bocas que alimentar”. El Banco le ha informado de que se hará cargo del 50% del valor de la vivienda, pero en contrapartida, le exige un pago de 140.000 euros para cancelar la deuda, y otros 34.000 euros por concepto de gastos.

“Mi intención es arreglar esto y marcharme de aquí. Para mí, la inmigración no ha sido nada buena. Yo vine con la meta de surgir económicamente y lo que me voy a llevar es un desengaño”, sentencia Cadena.