Una mujer llegó el jueves pasado al hospital de Solca, ubicado en la ciudadela La Atarazana, para hacerse un eco endovaginal como parte de un control médico. A dos de sus hermanas les diagnosticaron cáncer y una de ellas murió el año pasado a causa de esta enfermedad.

Luego de esperar por más de una hora en el área de Preadmisión –junto a decenas de usuarios en situaciones similares– no le entregaron un tique para que le hicieran el examen por el cual ha esperado aproximadamente cuatro meses.

El personal del hospital le dijo que regresara en una próxima fecha porque todos los turnos disponibles ya habían sido entregados, ya que solo se otorgaban unos pocos debido a que se estaban haciendo cambios en el sistema informático.

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“El cáncer no espera un día, dos días, un mes, el cáncer es rápido”, comentó luego de vivir de cerca el caso de su hermana fallecida.

Ella estaba desesperada porque el ginecólogo le había indicado que se debía hacer el eco el segundo día de su menstruación para obtener mejores resultados, pues los del primero fueron dudosos. Pero debido a que su periodo es irregular, debió esperar varios meses para regresar.

Tras buscar la ayuda de médicos y enfermeras que se encontraban en el área, le comentó su caso al presidente de Solca, Juan Tanca. Ella asegura que gracias a él la atendieron.

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“Tuvo que ser un directivo el que se apiade para que a uno lo puedan atender. Yo le dije que el personal debía hacer un curso de relaciones humanas porque son deshumanizados”, criticó.

Según el gerente de Solca, Héctor Plaza, hoy se normalizará la atención a los usuarios en esta área. Él reconoció que la atención en esta área disminuyó significativamente.

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Durante el recorrido por el hospital con este Diario indicó que regularmente en Preadmisiones se recibe a unos 200 usuarios diarios y durante la semana pasada esa cifra se redujo a unos 50. Sin embargo, luego el departamento de Comunicación dijo que las atenciones diarias son 220 y por los cambios solo se redujo a unas 160.

Plaza justificó que a este departamento acuden personas que aún no han sido diagnosticadas con cáncer y que solo llegan a hacerse exámenes de control, y aseguró que los pacientes oncológicos sí acudieron con normalidad a sus citas y recibieron sus tratamientos.

Con este nuevo sistema, explicó Plaza, se evitará que los usuarios acudan varias veces a Trabajo Social para que les validen su categoría (los de clase social alta pagan más que los de baja) cada vez que deban cancelar por algún servicio.