EFE
QUITO.- Un grupo de católicos se enfrentó hoy a las puertas del juzgado a defensores de los derechos de los homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales (GLBT) por el caso de dos madres lesbianas que quieren registrar a su hija con el apellido de ambas.

Decenas de personas acudieron a la corte a apoyar a las madres con carteles como "No se puede limitar el amor", "Madre + Madre, linda familia".

Coreaban frases como "Satya tiene dos madres, registren ya", "Que viva el Estado laico y diverso del Ecuador" y "Juez Altamirano, permite amor lesbiano", en referencia al magistrado que lleva el caso.

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El problema recae que mientras la Constitución ecuatoriana reconoce "a las familias diversas" y da la libertad a los progenitores a registrar a sus hijos con el nombre y apellido que deseen, el Registro Civil tan sólo permite colocar a los recién nacidos el apellido de un hombre y una mujer, o los de la madre soltera.

Suspendida audiencia
Por este motivo, las madres Helen Bicknell y Nicola Rothon, con el apoyo de la Defensoría del Pueblo, pidieron una acción de protección a los tribunales para poder registrar a la niña. La audiencia debía haberse realizado hoy, pero el juez, Vicente Altamirano, la suspendió porque a la hora de la cita seguía con otro caso.

En la salida del juzgado, una decena de personas increparon a los grupos GLBT con gritos como "No es religión, es constitución" o "Padre y madre es derecho natural", y "Fuera del Ecuador el imperialismo homosexual".

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Agentes de policía se pusieron en fila entre los dos bandos, mientras el grupo que respaldaba a las madres respondía con consigas como "Soy ecuatoriana y soy lesbiana", "Dios es diosa" o "Soy lesbiana por la gracia de Dios".

Fabian León, quien se definió como "católico profundo, explicó que había acudido al juzgado porque la ley y la Constitución ecuatoriana hablan "de padre y madre para el bienestar de los hijos".

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"Se busca que el niño esté integral, académicamente, efectivamente y físicamente. Cuando hay homoparentales no hay ese crecimiento de la persona, por eso, defendemos la familia y que un niño y en este caso la niña tenga padre y madre", destacó León, quien dijo no pertenecer a ninguna organización.

Sin embargo, la Carta Magna reconoce "la familia en sus diversos tipos" y garantiza los mismos derechos para las familias constituidas en matrimonio o unión de hecho. Este último estatus es en el que están registradas las dos madres en cuestión, Bicknell y Rothon, una pareja de inglesas que viven en Ecuador desde hace 5 años.

Niña sin partida de nacimiento
Juntas desde hace 14 años, decidieron tener por inseminación artificial a su primera hija, Satya Amani Bicknell Rothon, quien llegó al mundo en diciembre de 2011, pero un vacío legal les ha impedido inscribirla en el Registro Civil.

Rothon, la madre biológica, resaltó que mientras que la Constitución es de 2008, la normativa civil es de 1978, por lo que la pareja "pide que se cambien las leyes" para que se respete la Carta Magna.

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Bicknell dijo a Efe que la niña "legalmente no existe", por lo que no puede acceder a servicios básicos como la salud, tener cédula o carné de identidad, o ir a visitar a sus abuelas, quienes residen en Inglaterra.

Para Bicknell es importante que la niña tenga "la confianza que tiene dos mamás que le aman, que puede crecer en una familia". Además, apuntó que para ella misma es clave que se la reconozca como progenitora, para hacerse cargo de la menor en el caso de que le pase algo a Rothon.

Carla Patiño, Directora Nacional de Protección de Derechos Humanos y de la Naturaleza de la Defensoría del Pueblo, cree que no registrar a la bebé podría ser un caso de discriminación por el hecho de ser dos mujeres, ya que en otras ocasiones sí se han inscrito a niños con el apellido de hombres que no son sus padres biológicos.