‘Titanic se hunde’, ‘Titanic naufraga’, ‘1.500 mueren; El hundimiento del Titanic’, citarán en los días siguientes los titulares de periódicos como el London Herald, The Boston Daily Globe o el Oakland Tribune, respectivamente, al recibir la noticia del naufragio del Titanic y del gran número de víctimas que lo acompañaron. Solo horas atrás el barco de la compañía británica White Star Line se había hundido en el Atlántico.

La magnitud del acontecimiento empuja a la prensa hacia el cuidado de los detalles y la veracidad de los hechos. Sobresale el icónico The New York Times. El hecho desencadena también en errores debido a la confusión y las corrientes vertiginosas de datos que se generan, difíciles de abarcar al mismo tiempo. El sosiego, que había huido horas atrás ante la presencia del caos en el Titanic, empieza a aterrizar en su nuevo contexto: la postragedia.

En la mañana del 18 de abril de 1912 el Carpathia llega, airoso, a Nueva York con los sobrevivientes que esperaban, días antes, llegar a tierra estadounidense a bordo del Titanic. Entre las 04:14 y las 08:30 del 15 de abril de 1912, los pasajeros ya habían sido registrados en este barco. 09:00: El Carpathia al Virginian: “Nos estamos yendo con alrededor de 800 pasajeros. Por favor, retornen a su curso del norte”. De los sobrevivientes, 201 son de primera clase, 118 de segunda, 178 de tercera y 216 de tripulación.

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El equipo del Carpathia y su capitán, Arthur Rostron, serían condecorados después por esa labor de rescate. Rostron también se llevará la Medalla de Oro del Congreso de Estados Unidos, la más alta condecoración de ese país.

William McMaster Murdoch, primer oficial en el Titanic, había visto “como una bruma en el horizonte y que el iceberg salió de la neblina”. ¿Raras condiciones atmosféricas? ¿Víctima de un espejismo similar al que puede ser visto en el desierto? Las nuevas teorías sobre los verdugos que pudieron tener culpa en el hundimiento del Titanic resurgen con fuerza en este día de recuerdos navieros.

Otros físicos de la Universidad Estatal de Texas afirman que unos meses antes de la tragedia, la Luna, el Sol y la Tierra se alinearon en una forma que aumentó la fuerza de las mareas. El planeta estuvo más cerca de la Luna de lo que había estado en 1.400 años. Estas mareas hicieron que los glaciares soltaran grandes témpanos de hielo de Groenlandia.

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El Titanic ha colisionado otra vez, ahora con estudios, tecnología y con las nuevas generaciones que lo están conociendo. Pero esta vez sobrevive.