AGENCIAS-REDACCIÓN
WASHINGTON.- Multimillonario, polémico por su pasado, hijo de un inmigrante mexicano y padre de cinco hijos, Mitt Romney de 65 años, nacido en Michigan en el seno de una familia de mormones, pinta ya como el aspirante a la candidatura republicana para competir, en noviembre próximo, por la presidencia de Estados Unidos.

Con el panorama más claro tras la salida de su seguidor más cercano Rick Santorum, esta semana, el exgobernador de Massachusetts ha centrado sus estrategias en la campaña contra el presidente Barack Obama, quien busca la reelección; a conseguir más fondos; el apoyo de los otros candidatos republicanos; captar el voto de los indecisos y otros frentes que se inclinan por el mandatario, entre ellos el femenino que le sigue mayoritariamente.

"Espero que cuando finalmente me convierta en nominado, y espero que eso suceda pronto, todos hagamos campaña y trabajemos juntos", dijo Romney esta semana, en una entrevista con Fox News, refiriéndose a sus contrincantes republicanos, a quienes dejó atrás al ganar en 23 de los 36 estados en los que se han disputado las elecciones primarias, y en los que ha conseguido 655 de los 1.144 delegados que se necesitan para postular a la nominación republicana.

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Newt Gingrich, otro de sus rivales en la contienda republicana, indicó esta semana que "si (Romney) obtiene los 1.144 delegados lo apoyaré todo lo que pueda para ayudar a derrotar a Obama. El principal objetivo de todo el partido Republicano debe de ser ganarle a Obama".

Willard Mitt Romney, dueño de una fortuna de $ 250 millones se presenta por segunda vez a las elecciones primarias republicanas. Terció en el 2008. En el camino de las actuales primarias el exgobernador de Massachusetts (2003-2007) ha ido cambiando su discurso para adoptar posturas más conservadoras.

En febrero pasado declaró "que no le preocupan los muy pobres" antes de reconocer su equivocación. Un mes antes, afirmó "apreciar el hecho de poder despedir a la gente que trabaja para él", también propuso la "autodeportación" y la solicitud de la ciudadanía estadounidense para solucionar la inmigración ilegal y ha restado importancia al rol de la mujer en la sociedad.

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Meteduras de pata que han provocado polémica entre el ala conservadora republicana.

De ese doble discurso se ha aprovechado el equipo de Obama para atacarlo y sustentar una imagen de Romney como la de un político privilegiado y poco sensible antes de que este gane la nominación republicana, con la esperanza de crear una caricatura que quede en la mente de los votantes una vez que la elección se convierta oficialmente en una contienda entre dos hombres.

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Mientras, Romney ha hecho claros esfuerzos por desacreditar a Obama, presentándolo como un líder poco preparado que no puede afrontar los desafíos económicos del país. Y comenzó el proceso con anterioridad, centrando sus críticas en el presidente en lugar de en sus rivales republicanos.

Según críticos, estos son los primeros indicios de lo que podría ser una campaña electoral extremadamente reñida.

Romney, quien también ha cambiado los trajes por los jeans con camisa desabrochada y exhibe en Twitter varias fotos masticando un sándwich en el local de una cadena de comida rápida, ahora además intenta hacer participar más en su campaña a su esposa Ann, quien recientemente fue acusada por demócratas de que nunca ha trabajado y que por ello no es la más indicada para hablar sobre la repercusión de la economía sobre las mujeres.

Ella ha respondido "yo tomé la decisión de quedarme en casa y criar a cinco hijos. Créanme, fue un trabajo duro".

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El poder económico de Romney, un mormón que al igual que Obama es diplomado de Harvard, le juega en contra ante muchos electores.

Romney, expresidente de una firma de capitales privados que ha ensalzado su experiencia como empresario despidiendo a miles de empleados cuando dirigía el fondo de inversiones Bain Capital, se opone a la "Regla Buffett", un plan para obligar a multimillonarios como él a pagar al menos un 30% de impuesto a las ganancias.

Sostiene que Obama intenta desviar el tema de su mal manejo de la economía. La propuesta "Regla Buffett" que casi no tiene posibilidad de superar la oposición republicana en el Congreso, será tratada la próxima semana.

El aspirante republicano reconoció estar sujeto a una tasa impositiva cercana a 15%, pese a contar con ingresos anuales superiores a 20 millones de dólares en 2010 y 2011.

Otro punto débil de Romney, según analistas políticos estadounidenses, es la falta de calado entre los votantes independientes, así como entre los republicanos afroamericanos y los hispanos.

Columnistas republicanos barajan la posibilidad de que Romney avance entre estos colectivos con la elección de su candidato a vicepresidente, en cuya lista algunos medios ponen a la exsecretaria de Estado, Condoleezza Rice, o al senador por Florida, Marco Rubio.

Para financiar los gastos en la contienda por la representación republicana que ha demandado hasta ahora al equipo de Romney una recaudación de más de $ 75 millones, y de salir triunfador prepararse para la disputa con Barack Obama, el candidato empezará a recaudar dinero en forma conjunta con el Comité Nacional Republicano que hasta fines de febrero pasado reportó $103 millones.

En tanto, los sondeos ubican a Obama en las opciones de votos presidenciales con un 57% frente al 38%, una ventaja que debe zanjar Romney, a quien no le preocupa el desempleo en un país con una tasa del 8%.

Textuales: El candidato
Mitt Romney
CANDIDATO
"Mi padre nació en México, pero no me considero hispanoamericano".
"Soy consciente de que nuestro partido se ve habitualmente confrontado a la cuestión de los derechos de las mujeres".