AFP
WASHINGTON, EE.UU..- Algunos medicamentos contra el cáncer usados para tratar pacientes con leucemia también pueden ayudar a detener el virus del Ébola y dar tiempo al cuerpo para controlar la infección antes de que se vuelva mortal, anunciaron investigadores estadounidenses este miércoles.

El temido virus del Ébola surgió en África en la década de 1970 y puede provocar una fiebre hemorrágica que hace que una persona se desangre hasta morir hasta en un 90% de los casos.

Aunque es poco común, el virus del Ébola se considera una potencial arma de bioterrorismo, por ser altamente contagiosa y letal y no tener un tratamiento estándar.

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Pero dos conocidos medicamentos que utilizados para tratar la leucemia -conocidos como nolitinib e imatinib- parecen tener cierto éxito para impedir que el virus se replique en las células humanas.

La investigadora Mayra García, del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (Niaid) de Estados Unidos, y sus colegas anunciaron su hallazgo en la edición del miércoles de la revista Science Translational Medicine.

En una experiencia con células embrionarias de riñón humano en un laboratorio, encontraron que una proteína llamada tirosina quinasa c-Abl1 es un regulador clave de la eventual replicación del virus del Ébola.

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Estos medicamentos para la leucemia funcionan impidiendo la actividad de esa proteína. A su vez, una proteína viral llamada VP40 logró detener la liberación de partículas virales de las células infectadas, un proceso conocido como filovirus incipiente.

"Los medicamentos que atacan el filovirus incipiente deberían reducir la propagación de la infección, dando tiempo al sistema inmune para controlarla", escribieron los autores del estudio.

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"Nuestros resultados sugieren que administrar a corto plazo nilotinib o imatinib puede ser útil en el tratamiento de las infecciones del Ébola".

El imatinib, comercializado como Gleevec y Glivec, se utiliza para tratar la leucemia mielógena crónica en humanos, una enfermedad que es causada por la desregulación de la enzima c-Abl.

El nilotinib, también conocido como Tasigna, se ha utilizado en pacientes con leucemia mielógena crónica que son resistentes al imatinib.

Ambos "tienen perfiles de seguridad razonables, aunque ha sido reportada cierta toxicidad cardiaca al administrarse en forma prolongada en un pequeño número de pacientes", añadió el estudio.

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Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde 1976 se produjeron alrededor de 1.850 casos de Ébola, que dejaron unos 1.200 muertos.

El virus tiene un reservorio natural en varias especies del murciélago de la fruta africana. Los gorilas y otros primates no humanos también son susceptibles a la enfermedad.