EFE
PALMA DE MALLORCA.- El duque de Palma, Iñaki Urdangarin, el yerno del rey Juan Carlos I de España, solo se ha responsabilizado ante el juez de la administración de la empresa Aizoon, que tenía a medias con su mujer, la infanta Cristina.

Urdangarin, esposo de la infanta Cristina, la hija menor de los reyes Juan Carlos y Sofía, no se responsabilizó de la gestión del resto de sociedades de la supuesta trama para desviar dinero público tejida con su exsocio Diego Torres, también imputado.

Urdangarin contesta hoy a preguntas de José Castro, el juez instructor del caso Palma Arena, sobre su implicación en la pieza en la que se investiga el supuesto desvío de dinero público de organismos públicos al Instituto Nóos, una entidad sin ánimo de lucro que el duque presidió entre 2004 y 2006.

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Nóos, según la Fiscalía Anticorrupción, recibió casi seis millones de euros (cerca de ocho millones de dólares) entre 2004 y 2007 de varias administraciones públicas, sobre todo de los Gobiernos regionales de Baleares y Valencia.

Según informaron fuentes jurídicas, se le exhibieron facturas de Aizoon y reconoció que él, como administrador de esta sociedad, se encargaba de su gestión, la cual defendió como correcta.

Una de estas facturas, de 600 euros, sirvió para pagar los gastos de una empleada de hogar a la ayudante personal de Urdangarin, lo que el duque de Palma justificó en que la necesitaba todo el tiempo posible y la única forma de conseguirlo era pagando una asistenta que cuidara a sus hijos y se encargara de su casa.

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El juez centró gran parte del tiempo del interrogatorio en los correos incautados entre varios implicados en la trama, muchos de ellos del bufete Tejeiro, propiedad de Miquel Tejeiro, que era el contable de Nóos y cuñado del exsocio del duque.

Según indicaron las mismas fuentes, el duque de Palma dijo no saber nada de los correos y algunos letrados se mostraron molestos por estas preguntas, ya que Urdangarin no era ni el emisario ni el receptor de ninguno de ellos.

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En su declaración judicial, que comenzó este sábado y que afronta hoy su segundo día, Urdangarin negó todas las acusaciones que pesan sobre él acerca de las supuestas irregularidades en la gestión de Nóos y empresas vinculadas, de las que desconocía que formaran una trama para desviar fondos a paraísos fiscales.

Hoy también habló del momento en que dejó el Instituto Nóos, en el año 2006, por recomendación de la Casa Real y explicó que se le impusieron dos condiciones: que dejara sus actividades profesionales con entidades públicas y que abandonara sus negocios con Torres, cuya declaración aún está pendiente.