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CIUDAD DEL VATICANO.- El ala femenina de los Legionarios de Cristo atraviesa un período de turbulencia luego de la renuncia de su líder y de la decisión de unas 30 integrantes de separarse de la orden religiosa que se ha visto plagada de escándalos.

La Legión confirmó el martes que Malen Oriol solicitó renunciar como asistente del director general de la orden. En su función, Oriol dirigía la división de mujeres consagradas, un grupo de unas 600 mujeres que viven como monjas y trabajan en escuelas de la Legión, además de reclutar integrantes y recaudar fondos.

El Vaticano asumió el control de los Legionarios en el 2010 luego de que la orden, apreciada por el papa Juan Pablo II por su ortodoxia, reveló que su fundador, el mexicano Marcial Maciel, había abusado sexualmente de seminaristas y era padre de tres niños.

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El Vaticano inició una investigación sobre el trato hacia las mujeres de la orden luego de descubrir problemas en el modo sumamente reglamentado de llevar su vida.