Cuando el Consejo directivo del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) emitió la ley sobre la ampliación de la cobertura de salud a los hijos de los afiliados hasta los 18 años, el 3 de febrero del año pasado, los dispensarios y hospitales del IESS iniciaron, en algunos casos, cambios en su infraestructura, la contratación de uno o dos pediatras y la implementación de nuevas áreas; pero, en otros, ocasionó la saturación de sus servicios.

Un ejemplo es el hospital de Durán, en el que se dieron siete quejas entre diez padres que esperaban, a las 10:00 del martes pasado, en los exteriores del consultorio provisional de emergencia. “Tenemos más de una hora esperando”, “Solo un médico atiende a los niños”, fueron algunas de las quejas de los afiliados.

En consulta externa, un pediatra en la mañana atiende a 32 niños y otra en la tarde recibe un promedio similar. De pie, tomada de la mano con su hija de 3 años, Carla Rojas comenta que “para conseguir una cita llamé más de un mes insistentemente todos los días. Cuando al fin encontré cupo me la dieron para 15 días después, pero, bueno, por fin me la van a chequear”, expresa.

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Una de las madres que no tuvieron suerte fue Ángela Camacho, quien al no obtener una cita por la central de llamadas llevó por emergencia a su hija, que padece una afección respiratoria. “Me cansé de llamar y como se le complicó la tos, se ahogaba al respirar, me tocó traerla a emergencia”, indica.

Según estadísticas del IESS, en esta casa de salud se atendió a 14.614 menores. En este centro se prevé habilitar en este año, según Agustín Ortiz, director provincial de la entidad, consultorios pediátricos para el área de emergencia, contratar pediatras, la creación del área de terapia respiratoria y la ampliación de la atención a 24 horas de los servicios de Rayos X y Farmacia.

En cambio, en el hospital de Milagro, el panorama es diferente. A las 08:00, en la sala de espera de consulta externa solo tres padres de familia aguardan la atención de sus hijos, mientras ellos juegan en una sala infantil que se implementó.

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Una de las áreas que tiene gran demanda de menores es de Terapia Respiratoria. Ahí hay siete sillones y equipos para atender entre 50 y 70 niños en la mañana y un promedio similar en la tarde. “Mi hijo está congestionado, este es el cuarto día que lo traigo, aún me faltan seis sesiones para completar el tratamiento”, dice Byron Erazo, mientras sostiene la mascarilla en el rostro de su hija.

También fue remodelado el departamento de Neonatología y hospitalización de Pediatría, donde además funciona un consultorio para atender las emergencias.

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En Guayaquil, el hospital del día Efrén Jurado, que empezó a funcionar en febrero del año pasado, cuenta con áreas para la atención de los menores. Hay tres pediatras, un psicólogo infantil, un terapeuta ocupacional infantil, una ludoteca (sala de espera con juegos) y un servicio de urgencias pediátricas.

Ortiz afirma que para cubrir la demanda se repotenciaron los servicios. “Entre el 20% y 30% de los médicos que todavía trabajaban 4 y 6 horas se les extendió a 8”, dice. Sin embargo, esto aún no se cumple en todos los dispensarios.

En el que está en la calle Letamendi, en el sur, hay dos pediatras, una de 6 y otra de 8, que se integró hace dos meses. Están a la espera de que lleguen las disposiciones de Recursos Humanos para cada médico (que aún no cumplen con las 8 horas), refiere Carlos Villegas, director del centro, que atiende hasta las 20:00 y que cuando se regulen los horarios de los médicos se extenderá hasta las 21:00. En esta casa de salud se atendieron 4.566 niños.

Villegas explicó que el centro es pequeño y que no se pueden incrementar más especialistas porque no tienen el espacio físico para hacerlo. La falta de infraestructura la comparten los cuatro dispensarios que tiene Guayaquil.

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El trámite que hay que hacer para obtener la atención fue otra de las quejas de los afiliados. Antes de asistir a las consultas previamente programadas por la central de llamadas deben hacer largas filas en el departamento de Estadísticas para verificar sus datos.