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.- El presidente de Maldivas, Mohamed Nasheed, dimitió el martes después de que semanas de protestas desembocaran en un motín policial, con los manifestantes acusando al primer líder electo democráticamente de ser tan autoritario como su predecesor.

Nasheed entregó el poder del paradisíaco archipiélago del océano Indico al vicepresidente Mohamed Waheed Hassan Manik explicando que seguir en el poder lo hubiera llevado a usar la fuerza contra su pueblo.
"Dimito porque no soy una persona que quiera gobernar mediante el uso del poder", declaró en un discurso televisado.

"Renuncio porque creo que si el Gobierno se queda en el poder, es muy probable que enfrentemos influencias extranjeras", agregó.

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Por la mañana, soldados dispararon gases lacrimógenos contra policías y manifestantes que asediaban la sede de la Fuerza Nacional de Defensa de Maldivas en la plaza de la República.

Posteriormente, numerosos manifestantes se congregaron en el exterior de la oficina presidencial coreando "¡Gayoom!, ¡Gayoom!", en referencia a su predecesor, Maumoon Abdul Gayoom.

Nasheed llegó al poder en el 2008 bajo la promesa de llevar una democracia plena al famoso destino turístico y un apasionado discurso sobre los peligros del cambio climático y el aumento de los niveles del mar.

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Pero fue duramente criticado por el arresto de un juez al que acusó de estar en manos de Gayoom, que gobernó el archipiélago durante 30 años. Las protestas desatadas generaron una crisis constitucional en la que Nasheed fue tildado de dictador.

El opositor Partido Progresista de Maldivas de Gayoom acusó al Ejército de disparar balas de goma contra los manifestantes y un portavoz, Mohamed Hussain "Mundhu" Shareef, dijo que "muchísimas personas" estaban heridas, aunque no dio detalles.

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Un destacado funcionario cercano al presidente, que no quiso ser identificado, negó que el Gobierno hubiera usado balas de goma, pero confirmó que unos 30 oficiales de policía desafiaron las órdenes de sus superiores y atacaron una sede del partido gobernante.

"Esto se produce después del llamamiento del partido de Gayoom para el derrocamiento del primer Gobierno elegido democráticamente en Maldivas y para que los ciudadanos lancen una jihad contra el presidente", dijo el funcionario.

Ante las manifestaciones y la cercanía de las elecciones presidenciales el próximo año, los partidos han adoptado una retórica islamista y acusado a Nasheed de ser contrario al Islam.

El conflicto puso de relieve la rivalidad entre Gayoom y Nasheed, que pasó un total de seis años en la cárcel tras ser arrestado hasta en 27 ocasiones por el Gobierno de Gayoom, acusado de agitador.

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Los disturbios casi han pasado inadvertidos para los cerca de 900.000 turistas que cada año visitan las playas de arenas blancas bañadas por el mar turquesa. La mayoría pasa sus vacaciones en centros apartados del rigor islámico, que prohíbe el alcohol y no ve con buenos ojos el uso de bikini.