Andrea Masmela
CUENCA, Azuay.-
Con escobas y carretillas, en baldes y tinas de plástico, los familiares y amigos de Elizabeth Bravo, residente en la parroquia Llacao al Norte de Cuenca retiraban, la noche del viernes, el agua y el lodo que ingresó a la casa de la mujer.

El aguacero que cayó por más de una hora en la capital azuaya inundó seis casas de la parroquia y afectó aproximadamente a 30 familias de la zona. Según los vecinos algunas perdieron animales de corral, otras tuvieron daños menores en sus domicilios.

Con su bebé de seis meses en los brazos y lágrimas en sus ojos Bravo dijo que aproximadamente el 80 por ciento del menaje de la casa sufrió daños.
"Nadie estaba aquí cuando empezó a llover. Cuando llegamos vimos las cosas flotando en el agua. La refrigeradora, el equipo de sonido, los sillones, las mesas, todo se llenó de lodo", agregó.

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Mientras ayudaba a limpiar el primer piso de la casa de su vecina, José Mejía comentó que en los 20 años que habita en la zona es la primera vez que las casas se inundan.

"Nunca vi algo así, era terrible. Las calles parecías ríos. En mi casa también entró el agua y subió unos 50 centímetros. Los muebles y varios aparatos eléctricos se dañaron", manifestó.

En la vivienda aledaña a la de Bravo, dos mujeres, de aproximadamente 70 años, levantaban del piso de los cuartos de adobe la paja que utilizaban para tejer sombreros.

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Durante el aguacero a las hermanas Blanca y Laura Quizhpe les faltó tiempo para rescatar el material con el que pensaban confeccionar cerca de 50 sombreros. Además los 10  cuyes que criaban para vender murieron ahogados.

Al tiempo que se cubría del frío con una chalina, Blanca comentó que entre las dos mujeres vendían cuatro sombreros a la semana a 7 dólares cada uno. "Ojalá la paja se seque para poder tejer porque estamos endeudadas con el material que nos fiaron", acotó.

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El párroco de Llacao, Romel Soto solicitó ayuda a las autoridades locales para evaluar los daños en la parroquia y en las comunidades aledañas.

Entretanto, cuadrillas de personal de la Empresa de Telecomunicaciones, Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Cuenca, Etapa, limpiaban con maquinaria especializada las alcantarillas que colapsaron con las lluvias.