Los jueces de la Corte Nacional de Justicia se apuran para ser ellos los que resuelvan el caso que enfrenta al presidente de la República, Rafael Correa, y Diario EL UNIVERSO.

A ellos les restan once días en sus puestos. La planificación del Consejo de la Judicatura Transitorio (CJT) –instalado hace seis meses por mandato de la consulta popular en la que Correa planteó reestructurar el sistema judicial o lo que él mismo llamó una ‘metida de mano en la justicia’– es posesionar a los nuevos jueces de la Corte Nacional este 26 de enero.

La defensa del Diario cree que la nueva Corte –elegida por concurso que está en marcha– es la que debe pronunciarse sobre el recurso de casación, es decir que revise la sentencia de tres años de prisión contra los directivos del medio de comunicación y el pago de $ 40 millones a favor del jefe de Estado. El 6 de enero pasado presentó una recusación que echó abajo la audiencia del viernes pasado, y en la que la Segunda Sala de lo Penal de la Corte Nacional iba a decidir si ratificaba o cambiaba dicha condena de primera y de segunda instancia.

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Ese pedido para que los jueces principales de la sala: Luis Quiroz, Enrique Pacheco y César Salinas dejen el caso, se argumenta en que no atendieron un requerimiento de la defensa dentro del proceso.

La Sala aceptó a trámite de la recusación el lunes pasado; sin embargo, defiende su competencia para resolver el caso.

En la misma providencia del lunes, designaron a sus reemplazos para que traten la recusación: Gerardo Morales Suárez en calidad de conjuez nacional, y como era el único en el banco de elegibles, designaron como conjueces ocasionales a dos abogados en libre ejercicio: Ramiro Román Márquez y Leonidas Plaza Verduga, para que conozcan y resuelvan el pedido que mañana se analizará.

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Román se negó el martes a aceptar el encargo porque ya ha emitido su criterio en contra del proceso y la sentencia. “Si quieren que juzgue ya saben cómo voy a resolver”.

El procurador judicial de EL UNIVERSO, Joffre Campaña, presentó ese día un pedido de revocatoria de la providencia en la que nombraron a los conjueces por “ilegal”, pues sus nominadores también son conjueces y que eso no lo permite la ley. Otra solicitud contra esa providencia la presentó el abogado de Correa, Alembert Vera, quien cree que la solicitud de recusación es una “leguleyada” que busca “dilatar el proceso”. Ninguna fue aceptada.

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El jefe de Estado ayer hizo un llamado ante la suspensión de la audiencia: “Consejo de la Judicatura, a sancionar a esos abogados que hacen gastar plata, perder tiempo, demoran la justicia. Hasta cuándo soportamos a esos tinterillos que con sus mañoserías dilatan los procesos judiciales”.

Su pedido es igual al de los conjueces recusados que piden sancionar al peticionario.

La Segunda Sala nombró el miércoles al abogado Giovanny Criollo para suplir a Román.

Por la tarde, Criollo, Plaza y Morales emitieron una providencia en la que se declararon competentes para tratar el pedido de recusación. Y dieron 24 horas a Quiroz, Pacheco y Salinas para que den su informe.

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Quiroz, quien preside la sala y participa en el concurso para designar a los 21 jueces de la nueva Corte, aunque está en el último lugar de 64 aspirantes, y sus colegas remitieron ese informe de tres puntos: Describen el pedido de recusación; citan que el artículo 860 del Código de Procedimiento Civil señala que “...Tampoco se admitirá más de dos recusaciones respecto de una misma causa principal...” y que “por estos mismos hechos ya han sido presentadas cinco recusaciones”. Igual criterio lo anticipó Vera el lunes.

La defensa sostiene que cuando la recusación es solicitada por la demora de los jueces en atender un pedido, no hay límites para solicitarla.

En otro punto, Quiroz, Pacheco y Salinas piden a los conjueces que declaren ilegal la demanda de recusación y se multe al recusante.

Quiroz ha dicho que lo dejen resolver el caso. En una entrevista a radio América y recogida por Ecuadorinmediato, contó que con sus dos colegas tardaron 40 días en revisar el caso. Se repartieron 50 cuerpos (carpetas con cien hojas) cada uno y así agilizaron el estudio de la sentencia para poder decidirse sobre la casación.

Ese tiempo no lo ha tenido Salinas, quien se unió a la Sala el 28 de diciembre en reemplazo de Granda, quien renunció, por lo que “no ha dispuesto de los varios meses” que tuvieron los otros jueces para estudiar el expediente, comenta la abogada de los querellados, Mónica Vargas. “No comprendemos cuál es el apuro de Quiroz de convocarnos a una audiencia conociendo que uno de sus integrantes no ha tenido el tiempo suficiente para revisar el proceso. Ya en la primera y segunda instancia tuvimos la bochornosa experiencia de jueces que firmaban sentencias sin haber leído el expediente. Que esa misma cosa suceda en la Corte Nacional nos parece deplorable”.

Para la defensa se debe aceptar la recusación, pero si no se lo hace la audiencia debe postergarse hasta que Salinas estudie el expediente.

La recusación se analizará mañana. Morales se reunió con Criollo el viernes y señaló que este fin de semana, por separado, analizarían los documentos de la demanda y la contestación para analizar si separan o no a los conjueces principales.

Según Quiroz, si la sala de conjueces recién conformada acepta la recusación, será la que revise el juicio, si no volvería a manos de los titulares.

Quienes finalmente queden a cargo de la Segunda Sala de lo Penal deben revisar la condena por las supuestas injurias contra Correa en el artículo ‘No a las mentiras’ del exeditor de Opinión, Emilio Palacio.

Conjueces: Posturas sobfre trámite
Luis Quiroz
Preside la segunda sala, postula para Corte Nacional
“Si es que no hay razón para la recusación, en 24 o 48 horas yo convoco a la audiencia y dejo resolviendo el caso EL UNIVERSO”.

Gerardo Morales
Uno de los tres encargados de la recusación
“Va a ser en mucho menos que en quince días, eso sí téngalo por seguro. Nosotros haremos esto la próxima semana, exagerando”.

Ramiro Román
Se excusó porque ha dado declaraciones sobre el caso
“He manifestado que en la acción privada del caso faltó motivación en la sentencia... Este proceso no tiene pies ni cabeza”.