Imagínese que tiene una intensa sed y por ende la necesidad de beber agua, algo que ahora es fácil de satisfacer, basta con ir al refrigerador y tomar un poco. Pero y ¿si comienza a faltar?, ¿cómo se sentiría? Si usted pudiera hacer algo para evitar esta situación, ¿lo haría?

Eso hizo María Rosa Reyes, estudiante de tercer año de Ingeniería Química de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), que presentó el proyecto remoción de mercurio de agua con la azolla-anabaena, un helecho acuático.

Con la guía de su profesor Mariano Montaño desarrollaron esta propuesta que participó en el Encuentro Juvenil Ambiental que se realizó del 16 al 22 de octubre en Alemania. Reyes obtuvo el segundo lugar entre 19 participantes de diferentes países con su proyecto de extraer el mercurio del agua.

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Explica que la azolla es una planta que tiene alta captación de nitrógeno y por eso es un excelente abono natural. “Cuando tu colocas la azolla en el agua te inhala nitrógeno del aire también nitrifica el agua y la oxigena”. Por esta propiedad pensó en que este helecho acuático también podría, además de fijar el nitrógeno, extraer otro tipo de elementos como el mercurio, considerado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) como uno de los contaminantes más nocivos para la salud y el medio ambiente.

“En vista de que esta planta era tan buena fijando nitrógeno le dije al profesor: ‘yo quiero utilizarla para el tratamiento de aguas’”, recuerda Reyes, quien primero intentó aplicarlo en agua contaminada con plomo, pero por sugerencia de su maestro optó por el mercurio pues es un metal más tóxico.

Una vez elegido el elemento con el que trabajaría se buscó un área donde aplicarlo en un futuro y se eligió el río Siete, un cauce ubicado entre El Oro y Azuay, que recoge las aguas residuales de las industrias minerogríferas y del desarrollo artesanal de la extracción del oro. “Sacan el oro y dejan el mercurio en el agua y en el aire”.

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Según Reyes, en el país hay tres zonas auríferas: Ponce Enríquez (Azuay), Zaruma-Portovelo (El Oro) y Nambija (Zamora Chinchipe). “El plan está enfocado en desviar un poco el cauce del río y hacer una especie de piscinas en donde echar la azolla. La azolla una vez que haya captado el mercurio es retirada y se la lleva a basureros controlados en donde queda guardado el mercurio”, dice.

Reyes recibió 1.000 euros (1.300 dólares) para seguir con los estudios del mercurio.

Reconocimiento internacional

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María Rosa Reyes, estudiante de tercer año de Ingeniería Química de la Espol, obtuvo el segundo lugar en el concurso Innova Verde de Bayer. El jurado del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) escogió su proyecto entre 19 países.