A las 13:15, en medio de los bramidos, caída de ceniza, cascajo y explosiones del volcán Tungurahua, miembros del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) de Chimborazo informaban a los habitantes de la parroquia Puela, del cantón Penipe, sobre la vigencia de una nueva alerta naranja por la reactivación del coloso, desde las 17:00 del pasado domingo.

Ermuy Calle, gobernador de Chimborazo y presidente del COE provincial, dispuso poner en marcha todos los planes de contingencia para evitar desgracias personales por la magnitud de la actividad. Casi dos horas antes, en Guayaquil, la secretaria nacional de Gestión de Riesgos, María del Pilar Cornejo, oficializó la medida, que rige para toda el área de influencia del coloso.

Cornejo explicó que las autoridades locales resolvieron esta medida, de acuerdo con los reportes del Instituto Geofísico, que alertó de explosiones, flujos piroclásticos, emisión de bloques incandescentes y caídas de ceniza y cascajo, las cuales principalmente afectaron el flanco occidental del volcán.

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A esa hora, el volcán estaba semidespejado y lanzaba columnas que se elevaban hasta 3 km sobre el nivel del cráter, con un contenido importante de ceniza, que se dirigían hacia el suroriente, según el Geofísico.

Pese a esa actividad, los habitantes de las comunidades que se ubican en las faldas del volcán retornaron ayer a trabajar, principalmente en la agricultura. La noche del domingo, decenas de residentes en Juive y Los Pájaros, en Tungurahua, y Choglontuz, Bilbao y Palictahua, en Chimborazo, habían salido a zonas seguras.

Manuel Rosero, habitante de Bilbao, dijo que debe regresar porque la agricultura es el único sustento de las familias, además, “nosotros le tenemos bastante respeto (al volcán), pero en estos doce años le hemos llegado a conocer bien; cuando los temblores son permanentes se tiene que salir, pero por ahora no”, aclaró, al explicar que haber sido evacuados en cinco ocasiones les permite saber lo que tienen que hacer.

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Por su parte, el presidente de la Junta Parroquial de Bilbao, Francisco Rosero, dijo que en las noches las familias salen a los reasentamientos de La Paz (Pelileo-Tungurahua) y Penipe (Chimborazo). Aclaró que son 60 familias que retornan en el día a trabajar en la agricultura y pidieron a las autoridades que mantengan en buenas condiciones la vía Baños-Cusúa-Bilbao-Penipe, que permitirá evacuar con rapidez.

La misma apreciación hizo el Cabildo de la comunidad Chacauco, del cantón Pelileo. Su presidente, Luis Egas, indicó que el domingo en la noche salieron cuatro familias a La Paz, pero se quedaron 55 personas, entre adultos y niños.

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Mientras que en la comunidad de Pillate, los pobladores aspiran a que esta nueva actividad súbita no continúe. Señalaron que el domingo, a eso de las 18:00, cayó cascajo pequeño, que afortunadamente no afectó a las plantas. “Pero si sigue puede empeorar y vamos a perder todo, como en otras ocasiones”, dijo el vigía Rodrigo Ruiz.

La actual reactivación no ha afectado, en cambio, las actividades turísticas del balneario tungurahuense de Baños, al este del volcán. El COE local señaló que en esa zona no se registra caída de ceniza.