En la ciudadela La Fragata, junto a la ribera del estero Salado, los buses de la línea 87 inician su recorrido del sur al norte de la ciudad. Atraviesan Guayaquil por una ruta estratégica: av. 25 de Julio, av. Quito y av. de las Américas; que es la misma que toman unidades de otras 23 líneas de transporte urbano.

Según la Fundación Metrovía, este conjunto de buses suma 545 unidades y el próximo año ya no dará servicio en esas avenidas porque será relevado por los buses articulados de la nueva troncal de este sistema de transporte masivo, que el Municipio de Guayaquil implementó en el 2006. Actualmente opera la troncal 1 (Metroquil) y la 3 (Metrobastión).

“Ojalá nos den otra frecuencia (ruta)”, anhela Justo Moreira, chofer del bus de la línea 19, disco 2905, que al mediodía del 23 de noviembre circula por av. Quito y Francisco Segura, justo en el sitio donde se levanta una parada para los articulados.

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Martha Sánchez, usuaria de la línea 144, espera que con los articulados “no le toque caminar mucho”. Vive en la coop. Piso y Techo (sur de la ciudad) y ve positivo el retiro de buses de la av. Quito porque estos “a veces andan a la carrera”.

En la troncal 2, la Fundación reemplazará a las unidades salientes con 90 articulados y 90 buses alimentadores. Según el Municipio, estas unidades movilizarán 250.000 pasajeros al día. En hora pico, 17.950. Su plan de transporte público proyecta un factor promedio de crecimiento anual del 3%.

La Fundación abrió una licitación a finales del mes pasado para que personas jurídicas nacionales, ya sean consorcios o asociaciones, presenten propuestas para el otorgamiento de derechos de operación. Y aunque ello supone el tercer proceso para que transportistas se sumen como socios a la Metrovía, hay dirigentes del gremio que ven, más bien, el final de su fuente de trabajo.

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Lenar Aldaz, dirigente de la cooperativa Cristal Centro (línea 103), indica que cada transportista interesado en formar un grupo y participar en el concurso deberá disponer de entre $ 22.000 y $ 28.000 para contribuir en la compra de buses articulados y alimentadores valorados en $ 300.000 y en unos $ 100.000, en su orden. Él afirma que integra un grupo de 166 socios de diferentes cooperativas que participará en la licitación, que hasta el 28 del mes próximo aceptará propuestas.

Según las bases del concurso, que constan en la web www.metrovia-gye.com, para participar los asociados deberán sumar al menos el 25% de los buses salientes; es decir, 136 unidades.

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“Nosotros no tenemos para invertir, solo vivimos del día a día. No sé si vamos a ir a otros lados o si vamos a desaparecer”, dice Iván Peralta, gerente de la cooperativa 10 de Mayo, que opera las líneas 87 y 56-1. Entre ambas suman 58 unidades.

El dirigente manifiesta que habría la posibilidad de prestar servicio en zonas del norte, pero eso depende de la voluntad del Municipio, con competencia en el tránsito a nivel local.

Galo Sánchez, gerente de la cooperativa Augusto Sandino (línea 29), afirma que los transportistas urbanos no han podido ahorrar porque hace ocho años se cobra el mismo valor del pasaje: $ 0,25. Incluso afirma que transportistas que invertieron recursos en las anteriores convocatorias de la Fundación no han recuperado sus rubros ni recibido ganancias.

Néstor Reyes, directivo de la cooperativa Santiago de Guayaquil (línea 26), asegura que este año los 27 socios que hace seis años invirtieron en Metroquil, por la eliminación de la línea 51 (que manejaba la misma cooperativa) no han recibido ningún rubro. “El año pasado, estuvo de tumbo en tumbo, este año no nos han dado nada”, sostiene.

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Según el dirigente, ese grupo invirtió $ 500.000 y asumió una deuda de casi $ 1’500.000 por la compra de cinco articulados.

Augusto Aguirre, presidente ejecutivo de Metroquil y también presidente de la cooperativa Transurtres (línea 98), admite que han fallado en el pago a los accionistas. Aduce que no se puede obtener ganancias con la tarifa de $ 0,25. “En realidad son $ 0,23 por la media tarifa a estudiantes y gratuidad para las personas con discapacidad. Estiramos esos $ 0,23”, fustiga.

Jorge Pavicich, secretario de la Federación Nacional de Transportistas Urbanos, afirma que mantiene diálogos con directivos de la Fundación Metrovía bajo la premisa de que la eliminación de líneas atentaría con el derecho al trabajo. Alega que plantea rutas paralelas.

Federico von Buwchald, presidente de la Fundación, dice que esta semana tendrá otra cita con transportistas para tratar temas de la convocatoria.

El dirigente Aldaz aspira que se garantice un mínimo de utilidad: “Que lo recaudado vaya a una cuenta única y se reparta en un mínimo porcentual”.

En tanto, Galo Sánchez (coop. Augusto Andino), transportista que no se declara solvente, dice que sus empleados están intranquilos ante un futuro incierto. “Habrá un efecto duro, no solo para dueños de buses, también para choferes, oficinistas, para la señora que vende comida en la estación...”, cita.

Detalles: Cambios por Metrovía
Líneas eliminadas
La 1, 3, 19, 26, 28, 29, 31, 56-1, 57-1, 57-2, 58, 66, 76-1, 76-2, 87, 91, 103, 115-1, 115-2, 125, 128 y 144.

Líneas que alterarán rutas
La 2, 22, 35-2, 67-1, 70, 71, 84, 94, 98, 107, 110, 111 y 117.