QUITO
.- Las reglas internas que incluyen la forma de elegir al rector y el cogobierno cambiaron con la aplicación de la Ley de Educación Superior. Hasta abril pasado la mayoría de universidades enviaron a la Senescyt las reformas a sus estatutos para que sean aprobados. Una vez que el Consejo de Educación Superior (CES) se conformó, sus integrantes empezaron con el análisis de esos cambios.

Germán Rojas, miembro del CES, levantó una matriz de contenidos con 74 aspectos que las universidades deberán cumplir y reflejar en sus estatutos. En este formato único se revelan todas las disposiciones que establece la ley y su reglamento en torno al patrimonio, cogobierno, y creación de nuevas universidades, principio de oportunidades, calidad, integralidad entre otros.

Rojas cita un ejemplo de los cambios que deben ejercerse en la universidad particular en donde mandaban los patrocinadores, o el dueño.

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De acuerdo a la nueva ley, no hay dueños porque la educación superior es sin fines de lucro. Cada universidad tendrá su propio patrimonio. Todos los bienes deben estar puestos a nombre de la universidad, esta tiene personería jurídica y es la propietaria de sus terrenos y edificios.

Sin embargo, para Gonzalo Mendieta, decano Académico de la Universidad San Francisco de Quito, el Gobierno perdió una gran oportunidad de mejorar la participación de los patrocinadores en el mando de las universidades y se terminó replicando el antiguo modelo Latinoamericano de un cogobierno en el que los principales participantes de los estamentos internos a la universidad, profesores, trabajadores y alumnos, en la mayoría de casos tienen intereses particulares de grupo y en muchos casos de visión corta.

Otros de los cambios que deben registrarse en los estatutos de las instituciones es la incorporación de la votación universal para la elección del nuevo rector de la universidad. Las entidades privadas elegían de acuerdo a sus reglas.