“El Ministerio es una pantalla, una caja de sorpresas”, expresa molesto uno de los especialistas de la maternidad del Guasmo Matilde Hidalgo de Procel.

El doctor, quien prefirió mantener en reserva su nombre, expresa su inconformidad porque, según él, desde julio pasado se les suspendió la alimentación y el pago de horas suplementarias a los médicos residentes. “Hay compañeros que no se les paga desde hace más de seis meses las horas suplementarias, a nosotros se nos quitó con decir que no hay presupuesto desde julio, hay compañeros que trabajan en el área de Pediatría, a ella no le pagan su sueldo desde febrero”.

En el memorando Nº 344-DCSI-11 (ver facsímil), de la Dirección Provincial de Salud, el coordinador de Servicio Institucional, Hugo Cayambe, informa al director de esta casa de salud, Ernesto Romero, que “el presupuesto asignado en la partida Nº 530801 de alimentos y bebidas a la fecha (30 de junio pasado) es de 10.108,80 dólares y sugiere la suspensión temporal de este servicio; como es de su conocimiento, mensualmente por concepto de alimentación al personal y pacientes se paga más o menos $ 8.000, es decir que alcanza para pagar el mes de junio, sobrando solamente $ 2.108,80”.

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Esta no es la única queja. En Laboratorio el personal lamenta la falta de ductos, extractores de aire y que las paredes tengan cerámicas. “Las normas de bioseguridad dicen que las paredes no deben ser con cerámica porque las uniones reciclan virus, bacterias. Eso nos va a contaminar, prometieron sacarlas, pero no hasta ahí”.

Tampoco tienen un chailón para tomar las muestras a los niños y el equipo de bioquímica automática, si bien es un aparato “excelente”, asegura una de las empleadas de esta área, los reactivos son costosos, por lo que suelen escasear.

El funcionario indicó que no están realizando pruebas serológicas ni de coagulación.

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Además les preocupan las fisuras que se observan en las paredes, en especial en esta, pues la infraestructura se remodeló hace menos de un año.

Un ingeniero civil consultado considera que “es un asentamiento por fallas de la cimentación, es decir, ha habido un asentamiento ya de un sector, porque cuando se asienta bien todo no hay fisura, porque se asienta todo parejo, ya que lo que uno busca es balancear siempre el peso”, explica.

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Al preguntársele al representante del Consorcio Pacífico (empresa que estuvo a cargo de los trabajos), indicó: “Ahorita no te puedo dar ningún tipo de información, hasta luego”.

El 25 de agosto del 2010, el gobernador del Guayas, Roberto Cuero, anunció que se multaría a esta empresa por el retraso en la entrega de los trabajos. La subsecretaria regional de Salud, Fátima Franco, en ese entonces explicó los motivos. “Por problemas no inherentes al Ministerio de Salud, porque el Ministerio hizo el 80% de anticipo, como correspondía al contrato, y la empresa solicitó prórroga por tres ocasiones”, señaló.

Consorcio del Pacífico se defendió indicando que los trabajos se retrasaron porque el Ministerio de Salud no contempló la climatización, un sistema contra incendio, la colocación de tubos para gases medicinales, automatización de puertas y el sistema de voz y datos.

El pago de estas obras complementarias aún está pendiente, según una funcionaria del Consorcio del Pacífico.

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Romero expresa que “ellos dicen que no se les ha cancelado, eso ya no me compete a mí sino al Ministerio de Salud Pública”, y añade que la empresa tiene trabajos pendientes en la unidad, como la implementación del sistema de voz y datos.

Hasta el cierre de edición, el Ministerio de Salud no contestó un cuestionario enviado el pasado 21 de octubre, donde se le consulta sobre el pago pendiente a Consorcio del Pacífico.

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