Cobijados por la belleza de Plaza Lagos, sus majestuosas palmeras y opulenta infraestructura se acomodaron, sin introducción alguna, Fernando Alvarado en contrabajo, acompañando a Jenny Villafuerte en guitarra y voz, ambos profesores de música en la Universidad Católica y ella, además, en el Conservatorio Rimsky-Korsakov.

Anunciada como una folk-singer, seguramente por lo de cantautora con guitarra y un cierto parecido, con el pelo suelto, a la paradigmática Joan Báez. Este, sin embargo, no es el caso. Jenny realmente no encaja en estereotipo alguno y deja que sus personalísimas canciones hablen por sí mismas.

Renovada por unas refrescantes vacaciones, Jenny expuso no canciones solamente, sino toda una temática, la más intensa de todas, el amor.

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Y así, con su compañero Fernando Alvarado en la despampada plazoleta, sin gota de público abrió cantando, “Tras tus pasos”, que impuso ritmo diciendo “Tras tus pasos voy / en tus brazos soy / con tu alma estoy / en el corazón”.

Jenny define su música como un pop muy personal, pero Agua a continuación fue vocalizado ligeramente Folk. Así como la canción anterior expresaba un anhelante y tierno romanticismo entregado, esta canción dice: “Soy agua que escapa entre tus dedos / que me has hecho tanto daño / ya no me importa, me voy de ti / no quiero más de ti.

No te encontré explora otra vena muy femenina en el amor, esto es angustia y desesperanza que dice: “Si tus manos me encontraran / mi alma te daría”, así como: “Mi soledad no aguanta más estar conmigo” una línea realmente original, que trasciende con mucho lo usual, llegando a un nivel sicológico que no muestran la canciones de amor.

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Todo esto, aderezado de un charrasqueo vital, el apoyo de Fernando en contrabajo, y la ritmicidad de En invierno comenzó a llenar la plazoleta y provocar aplauso. Jenny en su mejor momento, transmitiendo drama y urgencia con ese timbre de voz tan bello, esta vez en reclamo feminista nos dio, “Con el alma destrozada, caminando en el frío invierno” y un scat-singing de mucho ritmo.

Piensa, es mucho un reflejo de sí misma cuando dice “Antes de decírmelo-piensa”, medio una banda sonora para la eterna guerra de los sexos.

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Muy popular, Dame paz esta noche, favorita personal de este cronista y su público no pierde impacto ni actualidad.

Es más, todas sus canciones tienen esa atemporalidad, como aquí en el reclamo y búsqueda existencial del amor suplicando “Dame paz esta noche, mañana veré”.

Con una fuerte influencia de scat presentó otra conmovedora reflexión cantada llamada Mírame, que dice “No es verdad que yo he sido feliz / escúchame, estoy a punto de perder la razón”, demitificando relaciones que aparentan, incluso ante sí mismas, felicidad de pareja.

Quédate nos dio calidez y tranquilidad convencional como un respiro de la tormenta sentimental tan artísticamente presentada.

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Jenny nos brindó un tratamiento lírico al pasillo El alma en los labios que su voz pristina no pretende utilizar como elemento perturbador en este género.

Fever cambió el clima. En abril, musicalmente pegajosa y un clásico ya muy popular de Jenny que dice “La lluvia de ayer / se llevó mi tristeza y el insomnio también / para amar otra vez / curaste mis heridas” fue representativo de esta presentación musical que al final había llenado completamente una plazoleta que comenzó desolada y poco a poco atrajo al público por la calidad musical de Jenny Villafuerte.