El comandante cantonal de Policía de Manta, Carlos Julio Logroño, considera a Los Choneros como una organización narcodelictiva con estructura propia y blancos fijos.

¿Qué ha provocado el surgimiento de esta banda?
El caldo de cultivo de la delincuencia es dejar en la impunidad estos casos. Porque si la Policía se hace como Shakira, que dice: ciego, sordo y mudo, esa inercia es lo que aprovechan los delincuentes. Yo lo que ofrezco es trabajar y hacer lo que estoy haciendo.

¿Los últimos logros de la Policía se han dado gracias a la colaboración ciudadana o a labores de Inteligencia?
Últimamente las dos cosas. La política que ha tomado el Gobierno de ponerles un precio a los más buscados nos ha servido bastante, es un incentivo a los informantes.

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Los fiscales y jueces, ¿son más ágiles?
La última vez que estuve acá sí tenían bastantes problemas. Una de las principales causas por lo que esto se ha generado es porque no ha habido justicia. Cómo va a confiar la ciudadanía en denunciar, si luego (el delincuente) va a estar libre. Debemos estar seguros a dónde damos información y de que nuestros fiscales y jueces hagan justicia. Nosotros hacemos nuestro trabajo y ellos que hagan el de ellos.

Si dice que los métodos de la Policía han mejorado, ¿por qué no se logra desintegrar a Los Choneros?
Ellos son parte de la delincuencia organizada. Eso quiere decir que ellos tienen sus estructuras. Si son unos 20, 30 o 100, de estos solo está el 10% preso, los cabecillas, entonces los 90 están trabajando para ellos. Los que se quedan libres van asumiendo el liderazgo y protegen a su gente adentro. Es un círculo vicioso. Estos salen libres y los otros van presos, pero los libres protegen a los otros.

Los Choneros son ya una banda nacional, no solo local.
Yo discrepo que sea a nivel nacional. A nivel de la provincia, sí (se refiere a Manabí).

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Pero se les atribuyen delitos en provincias como Guayas y Santo Domingo.
Se regarán unos pocos, cuando se escapan.

¿Usted opina que su fuerte sigue siendo Manta?
Sí, porque es su terreno, entonces por eso ellos pelean. La delincuencia organizada cuida su terreno. Nadie se mete con los que ellos protegen o con los que están protegidos. Si es que alguien rebasa sus fronteras, ellos simplemente le castigan con la muerte. Por eso son blancos fijos, ellos no hacen daño al ciudadano común.

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Pero entonces, para el ciudadano común, ¿Manta no es tan peligroso como dicen?
No. Aquí vienen miles de turistas en los cruceros, nosotros les damos seguridad. Yo le pido a la ciudadanía que colabore. Yo digo: no hagamos correr a la inversión. Antes la gente no venía a Manta por las malas carreteras, pero ahora que están bien no hagamos que la delincuencia nos quite ingresos. Los crímenes son dirigidos y se dan al querer pasar droga por harina, (...) ellos no perdonan.