Si Luis Zubeldía (30 años) no estuviera dirigiendo a Barcelona, tal vez estaría en una redacción de un medio de comunicación. Tras retirarse como futbolista, por una grave lesión, el entrenador argentino estudió periodismo deportivo en Buenos Aires y aunque le faltó cursar una materia para graduarse, admira mucho la prensa escrita. Por eso reveló que disfrutó su visita, el pasado jueves, a Diario EL UNIVERSO, donde en cada pasillo, además de sus preguntas sobre el funcionamiento de la rotativa, habló de su máxima pasión: el fútbol y su buen momento a cargo de los canarios.

¿Ya sabe lo que es, tiene y requiere Barcelona luego de estos tres meses en el cargo de técnico?

Si me tengo que dejar llevar por los comentarios respecto al plantel (que oyó) antes de venir y lo que yo viví en estos tres meses, la opinión es totalmente distinta a lo que me habían dicho. Lo que pienso ahora es más positivo. A mí me dijeron que los jugadores de Barcelona andaban de farra, que no tenían actitud, que eran malos...

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¿Comprobó algo de lo que le habían mencionado?

Comprobé todo lo contrario. Que hay un plantel comprometido, que es un grupo de seres humanos que, como todos, necesitan que les pongan límites, pero no con autoritarismo, sino a través de normas de convivencia.

¿Hay reglas de convivencia en el plantel?

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Sí. No están por escrito, pero si el cuerpo técnico predica con el ejemplo no hace falta un papel o anotar esas reglas. Son cosas que uno (el grupo de trabajo) va haciendo sin darse cuenta con sus acciones. Los jugadores no son tontos, se percatan todo eso, y allí nace la convivencia. Así que la opinión de estos tres meses es antagónica a la que me dieron determinadas personas. El día que vea que las acciones de los jugadores estén directamente relacionadas con lo que me decían, bueno... esos futbolistas no van a estar más.

¿Esa visión antagónica que se formó es lo que lo motivó a recuperar a futbolistas que no actuaban en el primer semestre de esta temporada?

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Sí, es verdad. Pero quizás también han desaparecido otros que sí estaban jugando. Lo que quiero que entiendan es que esto es cuestión de espacios: juegan once, se convoca a 18 y otros van a reservas. Por ejemplo, Luis Caicedo está jugando, pero no porque él bajo 2 o 3 kilos, o porque hace una dieta de Marte. Está jugando bien por el simple hecho de que está en competencia. Es un jugador que con ritmo de partidos y su contextura física es distinta a cuando está parado. Lo mismo para Daniel Mina, Aldo Duscher (argentino), José Luis Perlaza, que tienen físicos que necesitan ritmo.

¿Y los que ya no juegan?

Uno puede dar la oportunidad en relación a los espacios que se brindan en el armado del plantel. Cuando llegamos a Barcelona Dennys Quiñónez estaba en la selección (sub-20) y tampoco estaba Duscher; entonces nos encontrábamos que por urgencia, o porque no había otro, teníamos que poner a Mina o Caicedo, que para mí eran los mejores. Sabía que tenía que traer un volante central con buena técnica, y a la vez pensábamos en que luego se incorporaría Dennys. Cuando él regresó y más la llegada de Aldo (Duscher), alguno tuvo que quedar afuera. Allí tomo la decisión de no contar con Dennys en un principio, pero no porque sea malo, solo que no hay espacio.

¿Qué hizo para cambiar la fisionomía de este Barcelona que en la primera fase terminó octavo y ahora pelea posibilidades de quedar primero?

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No mucho, porque encontramos jugadores predispuestos. Creo que hay que hacer mucho más, no sé si me dé abasto para estos dos meses que quedan, pero creo que uno de los puntos fundamentales han sido las contrataciones de Damián Díaz y Duscher, quienes han generado una competencia interna importante. Además, otros elevaron su rendimiento, como Iván Hurtado, Perlaza, Máximo Banguera o Geovanny Nazareno.

¿Cree que Barcelona está dando mucho más de lo que tiene o lo que le falta, por ejemplo, en ataque?

Es difícil encontrar un equipo que no tenga un aspecto negativo, salvo el Barcelona de España, pero de allí en la mayoría siempre se dice a este le falta gol, un portero, más organización, o líderes. A todos algo les falta. El fútbol es cambiante y yo las conclusiones las quiero sacar en diciembre. Esto que dicen sobre la ausencia de gol en el equipo es verdad, no tenemos goles distribuidos entre los delanteros. Pero no es por culpa de los atacantes, sino que tal vez no estamos elaborando jugadas en relación a las características de los atacantes, y hay que generarlas para que se sientan más cómodos. Y por allí de golpe Iván Borghello o Pablo Palacios terminan haciendo siete goles, hablaríamos de que se mejoró. Pero por ahora es un signo de interrogación...

¿Hasta diciembre?

Claro, porque después tenemos que hacer un balance de qué nos falta y que no.

¿Tiene elaborada un lista o ha sondeado a los posibles fichajes del 2012?

Sé que las reglas de juego acá son las siguientes: En el transcurso de un campeonato todo el mundo llama a todos, y no puedo eludir ese síntoma. Si digo hoy que no tengo anotado a ningún jugador (para fichar) estoy mintiendo; si digo que los supuestos jugadores que me interesan ya pertenecen a Barcelona también estoy mintiendo. Lo que sí puedo decir es que estamos agendando (nombres), porque si no los agarras, los toma otro club.

¿Se le ha vuelto un dolor de cabeza no ganar todavía en la altura?

Sabíamos que existía esa problemática. Este torneo es duro por eso. Cada 15 días se juega en la altura con un estilo distinto. Hay que regular más las acciones, no se puede jugar de la misma manera en la altura que en el llano.

¿Es posible llegar a la final contra Emelec?

Está bien que la gente piense eso, no le podemos cortar la ilusión. Nosotros estamos acá para ganar la mayor cantidad de partidos y no se va a poder ganar todos, pero tenemos la obligación de hacerlo. Ojalá que podamos acompañar esa ilusión. Sí creo que hay que apuntar a una final entre Emelec y Barcelona. No entiendo cómo no se ha dado. Creo que el sistema (del campeonato) ha debilitado a los equipos de la Costa. Aunque son ciclos: un día está arriba un equipo, otro año el otro; ahora están los de la Sierra. Pero a mí lo que no me entra en la cabeza es cómo, en tantos años, no se ha dado una final entre Emelec y Barcelona.

¿Es verdad que Emelec le hizo una oferta para traerlo antes del DT Juan Ramón Carrasco?

Nada oficial. Sí me hicieron dos equipos de acá, pero no puedo decir más...

¿Ya se ha adaptado a Guayaquil, sus costumbre, comida, clima?

Sí, bastante. El problema no es uno, sino los que nos rodean: mi novia, la familia del cuerpo técnico, son los que más padecen; uno, con la profesión, no se detiene en ver la comida o el clima. El amor por el fútbol lo supera todo. Yo trato de salir muy poco. Es muy chata mi vida. Prefiero dormir una buena siesta para al otro día estar de pie a las 05:00.

¿Y sus pasatiempos?

Tengo épocas que en tres o cuatro meses leo cuatro o cinco libros de mi profesión, o lo que sea. Eso he hecho en los últimos años.

¿Estudió periodismo?

Sí, periodismo deportivo en el Círculo de Periodistas de Buenos Aires, la escuela más vieja de allá; y no me recibí porque no cumplí en inglés... el idioma extranjero es mi peor enemigo. Pero lo más importante era cursar, estar allí. Admiro a los periodistas que logran escribir bien. Aquel que escribe bien habla bien, pero uno que habla bien, no sé si escribe bien.