Tienen en común, además de su trabajo, una larga amistad. Llevan siete años de laborar en La Selecta (c.c. La Piazza Samborondón), donde comparten a diario sus experiencias con los clientes de la zona. Entre ellos se conocen hace más de diez años.

Pese a que pasan prácticamente todo el día de pie, es difícil notar su cansancio. Siempre sonríen y con un simple saludo están dispuestos a dar lo mejor de sí.

Se trata de Blanca, Víctor y Kelly, quienes llegaron a trabajar juntos a La Selecta y reciben a unos 150 clientes cada día en el local.

Publicidad

Blanca Cánepa
Tiene 41 años. Fue ella quien se enteró del trabajo en La Selecta e invitó a sus amigos Víctor y Kelly a las entrevistas por los puestos que ocupan hoy. “Entré y los traje a los dos, a Víctor, de Pizza Hut, y a Kelly, de El Español”, dice orgullosa.

Le gratifica saber que tienen un trabajo en equipo y que se conocen bien. “Aparte de ser compañeros, somos amigos”, enfatiza.

Según ella, la mayoría de los clientes que tiene coinciden con los de El Español (su anterior trabajo). “A veces me saludan y me dicen usted es la que trabajaba en El Español, verdad”.

Publicidad

Aunque para ella venir hasta La Piazza no le resulta cerca, todos los días toma el bus para venir desde el Mirador San Eduardo (cerca al estadio de Barcelona). Su turno es de 06:30 a 14:00.

Kelly Ortiz
A sus 39 años, ha trabajado siempre en atención al cliente y encontró en La Selecta un lugar en el que más que estar a cargo de la caja registradora o el balance de las cuentas es un sitio en el que se siente contenta por compartir junto a sus compañeros y la gente de la zona.

Publicidad

“Cada cliente da una oportunidad para desenvolverse, conversar y cubrir su necesidad”, comenta.

Su turno suele ser por la tarde. Empieza a las 14:00 y termina a las 21:00. Su labor hace que mientras nos converse de su vida pida perdón para interrumpir lo que dice y atender a los clientes.

A su público lo califica de “bien amable y culto” y asegura que las familias son quienes más asisten al local durante sus turnos.

Es fácil escuchar de ella “con mucho gusto” cuando alguien le hace un pedido y “que tenga una bonita tarde” al despedirse.

Publicidad

Recuerda que sus expectativas eran diferentes. “Pensaba que iba a llegar a un centro comercial lleno y no fue así; sin embargo, todos los días llegan uno a uno los clientes”.

“La Selecta no tiene competencia” ha dicho a las personas que la han invitado a trabajar en otras panaderías o pastelerías.

Víctor Bustamante
Víctor, con 35 años, conoce a Blanca desde hace unos diez. Sin embargo, suele compartir más tiempo con Kelly, quien al igual que Blanca se dedica a la caja pero durante los turnos de la tarde. Él en cambio es quien despacha los pedidos.

“Me gusta lo que hago y lo proyecto. Me siento feliz porque veo que el cliente siempre sale satisfecho”, asegura. De su trabajo le gusta compartir con la gente. “Trato de dar sugerencias, comentar y guiar a los clientes”, acota él.

Entre risas dice que lo mejor de su trabajo son “las comisiones”, aunque Kelly interrumpe el diálogo para decir en tono de broma “yo tengo el primer lugar en las ventas, de ahí sigue él”.

“Algo exigentes, pero para que las cosas salgan bien hay que ser exigentes”, comenta Víctor respecto a la clientela del sector.

Ante las exigencias, él tiene claro que “siempre hay que atender al cliente con una sonrisa”.

Sus clientes favoritos son los chicos del gimnasio Flex (instructores y alumnos), quienes todos los días se sirven el desayuno de la panadería y pastelería.

Entre sus anécdotas destaca una vez que un joven llegó a la pastelería pidiendo una torta urgentemente porque se casaba por el civil el mismo día y tuvo que tenerla lista en menos de cinco horas. “Se quedó sorprendido porque además de tenerla lista tan rápido, tenía una muy buena presentación”.

Todos ellos comparten también el sueño de abrir su propio negocio pero aseguran no tener intenciones de cambiar su empleo por ningún otro antes de cumplir su meta.

Dicen de ellos
“La atención es excelente, su trato, su rapidez. Son amables, cordiales y muy comunicativos. Yo desayuno todos los días en La Selecta.”
Juan Carlos Baldeón
Instructor del Flex y cliente