AFP
YUCUMO, BOLIVIA.- El gobierno de Evo Morales desarticuló este domingo con la intervención de policías una marcha de indígenas amazónicos que se dirigía a La Paz en rechazo a que se construya una ruta sobre una reserva ecológica, desatando críticas de la ONU y activistas de DDHH.

Decenas de policías intervinieron el campamento de los nativos, en las afueras del poblado de Yucumo (320 km al noreste de La Paz), desde donde llevaron a poblados vecinos a centenares de indígenas, incluyendo mujeres y niños, informó el jefe policial, general Oscar Muñoz.

"Tenemos dos personas heridas que los médicos están evaluando, son policontusos, no hay nada serio, también estoy viendo un reporte de policías heridos", dijo Muñoz en Yucumo.

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La operación comenzó a las 17:30 cuando decenas de uniformados antimotines irrumpieron sorpresivamente en el campamento.

"No se han usado balines, (sólo) algunas cápsulas de gas lacrimógeno", acotó.

Reducidos y esposados
Los dirigentes varones y los miembros de una "guardia indígena", grupo de choque de los nativos, conformados por jóvenes de entre 15 y 35 años, armados con arcos y flechas, fueron reducidos con rapidez: tumbados al suelo, enmanillados y subidos a camionetas policiales.

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"Hemos dispuesto de 17 camionetas y cinco omnibuses", confirmó el general Muñoz. Los dirigentes de los nativos habían dicho con anterioridad que unas 1.000 personas integraban la columna de marchistas.

En los vehículos para pasajeros fueron sacados luego las personas adultas, los mujeres y los niños.

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Al caer la noche, los policías seguían realizando un rastrillaje sobre la zona, de espesa maleza, y seguían capturando a nativos, constató la AFP. Todos ellos salían con los brazos esposados a las espaldas, bajo custodia de dos o tres uniformados.

Muñoz dijo que los nativos no serán detenidos sino trasladados a sus lugares de origen, mientras se desconocía la suerte de los líderes de la marcha como Fernando Vargas y Adolfo Chávez.

Los uniformados también usaron agentes químicos para dispersar un corte de rutas de colonos pro gubernamentales, al ingreso de Yucumo, que tenía el fin de evitar que la marcha de nativos siga en dirección a la sede de gobierno.

Morales invitó a dialogar
El operativo gubernamental se realizó después de que el presidente Evo Morales, de la etnia aymara, invitara mediante carta a los líderes de los indígenas a un diálogo el mismo domingo en La Paz.

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El mandatario anunció en un acto público la próxima realización de un referendo en los departamentos de Beni (noreste) y Cochabamba (centro), para definir si se construye o no la carretera de 300 km que uniría ambas regiones atravesando la reserva ecológica TIPNIS.

Críticas por violencia
Tras la operación policial surgieron reacciones de la ONU y de activistas de derechos humanos.

"Lamentamos profundamente lo que ha sucedido, porque todo este tiempo hemos venido llamando a que se resuelva este conflicto en paz y a través del diálogo y, realmente, es deplorable que se hayan dado estos hechos de violencia", dijo en La Paz la delegada de la ONU, Yoriko Yasukawa.

"Lo primero para nosotros es que paren la violencia lo antes posible, y recordarle a las autoridades, y a todos sus niveles, que es su responsabilidad parar la violencia y proteger a la gente que está allí", agregó.

Mientras, la veterana activista de DDHH en Bolivia y religiosa María Amparo Carvajal, testigo de los hechos, aseguró a la AFP que los policías ingresaron al campamento "con muchísima violencia, una violencia tremenda".

Dirigentes afirman que seguirán en protesta
Sin embargo, la policía no logró detener a todas las cabezas visibles de la marcha, pues Alejandro Almaraz, ex viceministro de Tierras de Morales, arengó desde la selva a continuar con la protesta.

"Estamos en el monte, es una decisión inquebrantable. La marcha indígena continúa", arengó Almaraz, en declaraciones a la radio católica Erbol.

Tras la acción policial, reinaba una relativa calma en Yucumo.