Viernes 16 de septiembre. Audiencia de segunda instancia. Una pregunta le llega por Twitter a Fernando Alvarado, el secretario de Comunicación de la Presidencia. ¿Por qué no dejan entrar a la prensa? El funcionario –presente en la Sala donde se resolverían los pedidos de nulidad y apelación a la sentencia de primera instancia contra EL UNIVERSO– le responde al usuario @angelop87, a las 11:08, que no lo saben, que están de acuerdo en que sea pública.

De las redes a las calles. Abajo, en plena Pedro Moncayo, se le impide el ingreso a más de diez periodistas. ¿Los ejecutores? Policías, en un primer filtro, y militares, en un segundo. Adentro, los pocos que lograron “esquivar” estas restricciones (algunos, entre empujones; otros, omitiendo que son periodistas), se encontraron con un tercer filtro: la escolta presidencial. Los medios del Gobierno, sin embargo, sí estaban en el interior.

Así, ese 16 de septiembre, las únicas imágenes de la audiencia se difundieron como fotos por Twitter. Alvarado, ya iniciada la jornada, empezó a transmitir desde adentro, pero solo el audio y, en varios tramos, con fallas.

Publicidad

Más temprano, el mismo 16 de septiembre, Alvarado cuestiona en Twitter
la ausencia en la Sala de los abogados del Diario y los acusados,
Carlos, César y Nicolás Pérez. Infiere que la defensa no tiene
argumentos y que trata de detener la audiencia.

Pero abajo el escenario es otro. Los policías le negaron la entrada a
los directivos de este medio. César Pérez le explicaba a los uniformados
que cómo era posible que no se permita el ingreso de los acusados.
Pasaron el primer filtro, pero tuvieron más problemas con el segundo.

Finalmente lograron ingresar a la Corte, pero luego prefirieron no pasar
a la Sala. Así, como se observa en las fotos publicadas junto a este
texto, también transcurrió la jornada para los abogados de este Diario.
Algunos lograron entrar. Otros no.

Publicidad

La audiencia se suspende cerca de las 22:00 y se retoma el martes 20 de septiembre. A las 10:03 de ese día, vía Twitter, @augustoverduga le dice a Alvarado que dejó entrar a “amiguitos” y dejó afuera “a gente decente”. El secretario de Comunicación le responde que la gente que copó la Sala “madrugó”, que “ahí no hay reservaciones vip” y que cuando llegó el resto “ya estaba repleto, levantarse temprano”. Un discurso similar empleó ayer el presidente Rafael Correa en su sabatina.

Y lo de “madrugar” fue textual. Adentro, los simpatizantes de PAIS comentaron que ingresaron alrededor de las 06:00 al auditorio, pese a que las oficinas se abren al público a las 08:00. Allí, según contaron, les ofrecieron un desayuno: sándwiches de pollo y jugo. Comieron en la sala contigua al auditorio, donde se archivan expedientes. Aquí también almorzaron y cenaron. A las 16:00 del 16 llegaron otros simpatizantes “para el relevo”.

Publicidad

Fue así como, en efecto, simpatizantes de PAIS prácticamente coparon las sillas. Se vio cómo algunos de los que estaban en los primeros puestos iban cediendo sus asientos a los funcionarios que llegaban más tarde. Entre los asistentes a las audiencias están Alvarado, Ricardo Patiño, Doris Soliz, José Francisco Cevallos, Roberto Cuero y otros colaboradores. Los Pérez, sin embargo, no lograron ingresar a todos sus acompañantes. ¿Las razones? “Porque no madrugaron” y “la Sala ya está llena”.

Abajo, en la calle Pedro Moncayo, justo por donde se ingresa al auditorio del Consejo de la Judicatura del Guayas, los uniformados solo permitieron la ubicación de los simpatizantes del Gobierno. Por ahí debieron pasar los demandados y sus abogados, en medio de barras en contra. Pero a quienes respaldaron a este Diario, cordón policial de por medio, no se les dejó ir más allá de la esquina de 9 de Octubre (ver fotos adjuntas).

Los reporteros que se quedaron afuera observaron cómo empleados del Gobierno, simpatizantes y familiares ingresaban al edificio sin trabas. Otros periodistas se escabulleron por un pasillo interno que conecta la Corte de Justicia del Guayas con el edificio del Consejo de la Judicatura para entrar a las audiencias. Un periodista de este Diario, luego de que el personal de Relaciones Públicas de la Judicatura lo reconociera, observó la audiencia rodeado por dos policías y dos individuos que se identificaron como parte de la seguridad del presidente.

Constitucionalistas y abogados coinciden en que no existe una normativa que regule las audiencias de los juicios de acción pública o privada, más allá de lo que establece la Constitución, el Código Orgánico de la Función Judicial y los códigos de Procedimiento Penal y Civil en torno al debido proceso.

Publicidad

“Las audiencias son públicas, pero lamentablemente la seguridad dispuso a su criterio. Fue problema de seguridad y también de coordinación de la parte interesada, que debía informar con tiempo los problemas que tuvieron para entrar”, dice Guillermo Freire, presidente de la Segunda Sala, a cargo de las sesiones de segunda instancia.

Pero en las audiencias, sobre todo en la del 16, los alegatos de los abogados defensores generaban pifias y reacciones en coro de los presentes como “mételos presos”. Aplaudían en señal de respaldo ante lo que comentaban Correa y sus abogados.

“No puede haber interferencia del público y a Joffre Campaña hasta le gritaron que se calle. El presidente también lo interrumpió cuando lo que cabe es que, si tiene él una objeción, su abogado presente esa objeción al juez, no al querellado”, dice César Sánchez, de la defensa.

El vicepresidente del Colegio de Abogados del Guayas, Juan Vizueta, refiere que, en este caso, no se ha respetado el derecho a la defensa, pues se desechó la mayor parte de las pruebas planteadas por los abogados defensores. “Dentro de la sentencia y la parte resolutiva del caso no hay una argumentación clara respecto al porqué se niegan las pruebas presentadas”, dice.

Para él, el protocolo en torno a esta audiencia evidencia una contradicción, ya que Correa planteó la querella como ciudadano en un juicio de acción privada “y termina llegando en calidad de presidente con toda su guardia y la Corte de Justicia sitiada por policías y militares”.

Aunque lo más grave, a decir de Vizueta, es la aplicación de la autoría coadyuvante para condenar por injurias a los hermanos Pérez y obligar a una compañía anónima a pagar $ 10 de los $ 40 millones de dólares.

Con él coincide Xavier Zavala, abogado del Diario. Dice que todo ciudadano tiene derecho a la tutela judicial ejercida por jueces probos y competentes. “En este proceso hubo problema de competencia desde el inicio al pretender procesar penalmente a una persona jurídica como EL UNIVERSO. Ese simple hecho vicia de nulidad el proceso”.

Para el constitucionalista Miguel Macías Carmigniani, la actitud de los jueces de la Segunda Sala Penal, ante las restricciones de acceso a la audiencia, es “solo una cuestión de forma” si se compara a la ausencia de argumentos jurídicos para ratificar la sentencia contra este Diario. “Quien comete una injuria debe tener conciencia y voluntad, y una sociedad anónima no tiene eso. Por ello este proceso carece de nulidad”, a decir de Macías.

A la audiencia del martes 20, continuación de la del 16, ingresaron Pierina Correa, hermana del presidente; el gobernador Cuero y Alvarado. Sin trabas y junto a sus acompañantes.

Esto ocurrió luego de que, alrededor de las 09:20, militares que custodiaban el acceso impidieran el ingreso de una parte de las personas que acompañaban a los Pérez. Un individuo –que se identificó como parte de la seguridad del presidente– adujo que la Sala ya estaba copada, mientras un militar cerraba el portal. César y Nicolás Pérez reclamaron por esta acción e, inmediatamente, un militar exhibió su bomba lacrimógena y amenazó con usarla. “Yo la uso, cuál es el problema”, les dijo.

Pero Campaña, un día antes, había mandado un escrito al juez para que permita el ingreso de cincuenta personas, entre familiares y directivos de otros medios. Sin embargo, al final, los militares permitieron el acceso a una parte, pues la Sala ya estaba llena por gente de PAIS.

En esta audiencia, la del 20, solo EL UNIVERSO y Ecuavisa lograron grabar videos. En el primer caso se usó una videocámara pequeña y, en el segundo, una periodista que no aparece en pantalla (por lo que la seguridad no la identificó como tal) ingresó a la Sala con una handycam en el bolso. Adentro y por los pasillos transitaban sin problemas periodistas de medios del Gobierno y personal de la Secretaría de Comunicación, como Roberto Wohlgemuth.

Cuando ingresaron los jueces, un policía le dijo a la periodista de Ecuavisa que no grabe porque estaba prohibido. Los abogados de este Diario le dijeron que cómo va a estar prohibido si, en ese momento, dos cámaras estaban filmando. El policía respondió que eran de la Judicatura, aunque los equipos no tenían identificación. Ayer, en el enlace sabatino, Correa exhibió imágenes nítidas de la audiencia.