Los constantes dolores en la columna vertebral y en las piernas, a causa de su sobrepeso y vida sedentaria, llevó a Lourdes Paredes, de 36 años, a tratar de bajar de peso por medio de dietas durante más de 10 años. No obstante, ninguna le funcionó.

Ella empezó a ganar peso luego de alumbrar a su primer hijo, hace 15 años. Llegó a pesar hasta 220 libras, cuando su peso ideal debería ser de 123.

“Hice todas las dietas que existen, pero ninguna me resultó. Solo llegué a bajar diez libras en seis meses”, comentó Paredes, a quien este resultado la decepcionó, por lo que decidió buscar ayuda quirúrgica en el hospital del IESS Teodoro Maldonado Carbo.

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Allí, luego de ser valorada por varios un equipo médico (endocrinólogo, psiquiatra, cardiólogo y nutricionista), el cirujano Trino Andrade le recomendó practicarse un bypass gástrico, como parte de la campaña para combatir la obesidad mórbida, que lleva esta casa de salud desde hace más de un mes para los afiliados de la institución.

Esta técnica médica se realiza por vía laparoscópica y consiste en restringir la capacidad del estómago y conectar con una parte del intestino. Se reduce en 40 mm (80%) el estómago. (ver gráfico).

Según Andrade, cuando el paciente presenta más del 35% de su peso o más de 100 libras se lo considera con obesidad mórbida y es posible candidato para esta cirugía.

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“Este tipo de obesidad trae una serie de complicaciones en la salud de los pacientes, como hipertensión, problemas cardiovasculares y la diabetes, que pueden ser curados con esta operación”, explicó el especialista, quien señaló que para acceder a este programa debe de sacar cita con el servicio de cirugía general.

En esta área, los pacientes son evaluados y enviados a realizarse diferentes tipos de exámenes. Además, son valorados por endocrinólogos, gastroenterólogos, cardiólogos, psiquiatras y por nutricionistas. Si el paciente está apto para proceder a la cirugía se la puede programar en dos semanas.

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En el primer mes, los pacientes pueden bajar entre 25 o 30 libras y lo siguen haciendo durante un año.

Paredes es una de los doce pacientes que se han operado en este programa. “He bajado 23 libras en este mes y me siento muy bien. Tengo la esperanza de llegar a mi peso ideal”, expresó la paciente que pesaba 183 libras antes de la cirugía.

Aseguró que su dieta de comer solo líquidos y cremas, en las primeras semanas y luego sólidos, en pequeñas cantidades, no le ha resultado difícil, debido a que “mis tres hijos (de 4, 10 y 15 años) son mi apoyo y razón para cuidar mi salud”.

Textual: Sobre el método
Trino Andrade
Cirujano del hospital del IESS
“Luego de la cirugía, los pacientes se recuperan de forma rápida. Al mes bajan de 25 a 30 libras”.

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