AFP
WASHINGTON.- El huracán Irene dejaba este sábado ocho muertos, incluido un niño, tras tocar tierra el sábado en Carolina del Norte, reducido a categoría uno, pero con vientos fuertes que van al noreste de Estados Unidos, donde millones de personas evacúan sin transporte público.

Irene sumó cinco muertos en Carolina del Norte.  Dos de los fallecidos perecieron en sendos accidentes de tráfico a causa
de las condiciones climáticas, otro fue un hombre que sufrió un ataque
cardíaco cuando estaba clavando tablas en el exterior de su casa y al
cuarto le cayó una rama cuando daba de comer a sus animales.

El portavoz de de los servicios de emergencia de ese estado, Brad
Deen, dijo que habían escuchado de una quinta víctima en la zona pero
que no podía confirmarla.

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Otras dos personas murieron en Virginia por la caída de árboles, entre ellas un niño de 11 años en un complejo de apartamentos, mientras que en Florida falleció  un surfista de 55 años que fue alcanzado por la tormenta mientras tomaba peligrosas olas en la costa de Florida.

También se encuentra desaparecido un hombre que fue a dar a un río cerca de Wilmington, una zona costera azotada por el ciclón.

Los estragos
El ojo de Irene tocó tierra en las costas de Carolina del Norte
este sábado a las 08:00 locales (12:00 GMT) con vientos máximos
sostenidos de 140 km/h y se desplazaba hacia el noreste a una velocidad
de 24 km, indicó a las 15:00 GMT el reporte del Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami.

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Líneas sin servicio
Además, unas 12.000 líneas telefónicas se quedaron sin servicio en los estados de Carolina del Norte y Virginia, en la costa Este de EE.UU., informó hoy la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC).

Ningún centro de recepción de llamadas de emergencia ha sido afectado, como tampoco los sistemas de difusión de radio y televisión, declaró James Barnett, funcionario de la FCC, en una teleconferencia.

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Sin embargo, unos 130 repetidores para telefonía celular están fuera de servicio, principalmente en Carolina del Sur, y unos 5.000 hogares se quedaron sin señal de cable.

El organismo encargado de las telecomunicaciones en Estados Unidos desplegó cuatro equipos en la costa Este para controlar los daños provocados en los sistemas de comunicación por el ciclón, pero "no hay ningún modo de impedir que los sistemas resulten afectados durante tormentas de esta intensidad", aseguró Barnett.

Sin electricidad
Unas 300.000 personas se encontraban sin electricidad en las costas de Carolina del Norte, según reportes de las compañías locales.

Residentes en zonas alejadas del mar también sentían el impacto del ciclón que atraviesa el Atlántico estadounidense, una de las zonas más pobladas del mundo con unos 65 millones de habitantes.

Hacia la costa Este
Irene se debilitó a categoría uno en la escala de cinco niveles Saffir-Simpson pero sigue siendo una amenaza cuando se dirige sobre la costa este para pasar el domingo por Washington, Nueva York y Boston.

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La gobernadora de Carolina del Norte, Bev Perdue, señaló entre los daños preliminares el bloqueo de 10 rutas principales y problemas en dos plantas de tratamiento de agua.

"Hay inundaciones repentinas en el este. Nos preocupa lo que surja de la tormenta luego que las lluvias empiecen a golpear", dijo Perdue.

La secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, urgió a los residentes de zonas amenazadas a evacuar rápidamente: "Esta es una gran tormenta que cubre un gran territorio. Prepárense", dijo la funcionaria a CNN.

Advertencias de autoridades
En el mismo tono se pronunció el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg.  "No es una broma, su vida podría estar en peligro", dijo el alcalde, recalcando que las personas que viven en las zonas susceptibles de inundarse deben respetar la orden de evacuación emitida a "370.000 personas".

El presidente Barack Obama, que exhortó a la población a "tomar en serio esta tormenta" cuyas proporciones podrían ser "históricas", interrumpió sus vacaciones en Massachusetts (noreste) y regresó a Washington el viernes.

El huracán se moverá "cerca o sobre las costas del Atlántico esta noche y se dirigirá sobre el sureste de Nueva Inglaterra el domingo", anunció el NHC, al recomendar a Canadá monitorear el ciclón que podría cruzar la frontera.

A las 15:00 GMT (10:00 de Ecuador), Irene se encontraba a 80 km al oeste de Cabo Hatteras en Carolina del Norte y a 190 km al sur de Norfolk, Virginia, precisó el NHC.

Pronósticos de pérdidas
Asustados por el drama del huracán Katrina en Nueva Orleans en 2005, las autoridades temen que Irene provoque daños por un monto de hasta 12.000 millones de dólares, según expertos.

Desde Carolina del Norte hasta Massachusetts, las autoridades decretaron el estado de emergencia.

Dificultades en Nueva York
El transporte público de Nueva York, incluido el metro y los aeropuertos, cerraron este sábado al mediodía, lo que provocó que varias compañías aéreas de todo el mundo anularan o retrasaran sus vuelos a la costa este de Estados Unidos.

Las principales rutas que conducen a la Gran Manzana cerrarán si los vientos sobrepasan los 96 km/h. Unos 900 guardias nacionales y 2.500 obreros electricistas están listos a intervenir en caso de cortes de energía.

En Baltimore, ciudad portuaria al noreste de Estados Unidos, las autoridades distribuían sacos de arena a los habitantes.

En Washington, los habitantes se aprovisionaban de agua y generadores eléctricos en los supermercados.

El Ejército dispone de 101.000 miembros de la Guardia Nacional para afrontar la emergencia.

"No hemos conocido una amenaza de huracán como ésta desde hace décadas", dijo Chris Vaccaro, portavoz de los servicios meteorológicos.

Como un verdadero "monstruo", Irene tiene un diámetro de 820 km, o sea cerca de un tercio del equivalente del total de la costa este estadounidense (2.675 km), según una estimación de la Nasa realizada a partir de satélites.

El noreste de Estados Unidos escapa habitualmente a estas depresiones. Gloria, en 1985, fue el último huracán que afectó a Nueva York.