¿Y ahora qué hacemos?, fue la pregunta de una reportera. La respuesta llegó del cubículo de al lado: seguir haciendo periodismo.

En la Redacción de Diario EL UNIVERSO en Quito, a pesar de la sentencia de $ 40 millones encima, las dudas pasaron a segundo plano cuando las respuestas se multiplicaron. “¡Este Diario tiene 90 años!”, “no nos callarán”... Y así se fueron sumando las frases, lugares comunes, un par de malas palabras, sonrisas, solo sonrisas, y la convicción de que el silencio no es una opción.

La noticia de que en Guayaquil habría un plantón de respaldo a EL UNIVERSO fue el detonante de otra idea. ¡Hagamos un plantón también aquí!

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De conversación en conversación salieron las frases para las pancartas: “Los periodistas no comemos cheques”, “Viva la libertad de expresión”, “Perverso para los corruptos”... A los periodistas se sumaron secretarias, choferes, vendedores, distribuidores... A las 16:00 ya había gritos y bocinazos de respaldo en los bajos del edificio donde están las oficinas del Diario. Durante hora y media, unas 150 personas participaron en el encuentro. Hubo periodistas y trabajadores de El Comercio, Expreso, La Hora, Hoy, Extra; y entre ellos, los enviados por la Presidencia de la República hacían tomas y recogían declaraciones para pasarlas en los espacios ordenados por el Gobierno.

El sol y una mujer que sacaba a su perro para que ladre y los vehículos que no dejaban de pitar dieron un ambiente cálido. Los amigos volvían a verse, se abrazaban; los colegas se lamentaban y se hacían bromas, los columnistas y los académicos analizaban la estructura del poder. Y todos estaban indignados. Pero el plantón de respaldo acabó de un momento a otro, de golpe. Los periodistas de EL UNIVERSO tenían que terminar sus notas para que se publiquen en la edición de hoy. “Vamos, que hay que seguir escribiendo”, dijo el jefe.