EFE
NACIONES UNIDAS.- La discriminación contra las mujeres continúa en buena parte del mundo pese a los avances que se han registrado sobre la igualdad de género recientemente en varios frentes y en numerosos países, alertó hoy el primer informe mundial de ONU Mujeres.

"Demasiado a menudo las mujeres sufren injusticias, violencia y desigualdad en sus hogares y trabajos", dice el informe de la agencia de Naciones Unidas encargada de velar por la igualdad de género, que lamenta la persistencia de esa realidad pese a que muchos países han cambiado ya sus leyes para combatirla.

El trabajo de ONU Mujeres, el primero desde la puesta en marcha de esta agencia a principios de año, pide a los Gobiernos del mundo que tomen "medidas urgentes" para acabar "con las injusticias que hacen que las mujeres sigan siendo más pobres y menos poderosas que los hombres en todos los países del mundo".

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"Con la mitad de la población mundial en juego, las conclusiones de este informe son una poderosa llamada a la acción", indica la directora ejecutiva de la agencia, la chilena Michelle Bachelet, para quien "una igualdad completa supone que la mujer sea igual que el hombre ante la ley, en su casa y trabajo y en la esfera pública".

La preocupación de Bachelet y la agencia que dirige reside en los contrastes que presentan los positivos avances en materia de igualdad sellados recientemente en muchos lugares con una realidad que sigue mostrando alarmantes cifras.

"Se han logrado muchos avances en las esferas pública y privada en el último siglo. Sin embargo, la discriminación y la injusticia por razón de género siguen siendo frecuentes alrededor del mundo", señala el estudio, que lleva por título "Progresos en el mundo de las mujeres: a la búsqueda de justicia".

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El informe muestra así que, pese a que la violencia doméstica está tipificada como delito en 125 países, en el mundo hay todavía 603 millones de mujeres que viven en Estados que no la consideran un crimen, o que todavía hay más de 2.600 millones de mujeres que viven en lugares donde la violación marital tampoco está criminalizada.

"Las leyes basadas en la costumbre o la religión, que existen junto a las legislaciones estatales, restringen los derechos de las mujeres dentro de la familia o en el matrimonio, y no les permiten divorciarse ni heredar propiedades", señala el informe sobre la situación que atraviesan las mujeres en numerosos países.

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Sobre el ambiente laboral, el informe de ONU Mujeres denuncia que, pese a que 117 países cuentan con una legislación a favor de la igualdad de salarios entre hombres y mujeres, "en la práctica, las mujeres siguen cobrando hasta un 30 por ciento menos que sus colegas hombres en algunos países".

"Además, las mujeres todavía se encargan más que los hombres de tareas domésticas y de cuidado no retribuidas en todas las regiones del mundo", añade el estudio, que alerta también de que hay 600 millones de mujeres -el 53 % de la fuerza laboral femenina- con "empleos vulnerables", desprotegidos por las leyes laborales.

En cuanto a la representación femenina en la vida pública, ONU Mujeres se congratula del "importante aumento" de la presencia de las mujeres en los parlamentos y cita como ejemplos países como Ruanda, Nepal y España, aunque lamenta que el número de legisladoras sea menor al 30 % en la amplia mayoría de los países.

El trabajo alerta, además, de que las leyes encaminadas a impulsar la igualdad son "a menudo aplicadas de manera inadecuada y de que "muchas mujeres no denuncian los delitos de los que son víctimas debido al miedo, al estigma social y a sistemas judiciales débiles", asimismo, de por "los costes económicos" de los procesos judiciales.

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"El resultado es un elevado índice de abandonos de casos en los que las mujeres buscan indemnizaciones, sobre todo en casos de violencia de género", indica el informe, que lanza varias recomendaciones a los Gobiernos para evitar esas situaciones.

Entre esas recomendaciones destacan la creación de tribunales especializados en delitos contra mujeres y de grupos de información jurídica especializados en los derechos de la mujer, o la contratación de más mujeres en las fuerzas de seguridad, un factor que ha demostrado funcionar en Latinoamérica a la hora de impulsar el número de denuncias de víctimas de la violencia de género.

"Cambiando las leyes y dando a las mujeres apoyo práctico para ver cómo se hace justicia podemos cambiar la sociedad y asegurarnos de que hombres y mujeres disfrutan de una verdadera igualdad en el futuro", concluye el informe.