Hasta que no haya una resolución final de parte de la autoridad marítima, los tripulantes de embarcaciones deberán sustentar el uso de fibras en sus faenas de pesca. Ello quedó como recomendación del capitán del Puerto de Manta, José Vera, a los armadores y pescadores.

Así concluyó ayer la cita entre estos y el subsecretario de Pesca, Iván Prieto, donde se discutió una regulación que impediría a los pescadores remolcar más de dos fibras hasta los sitios de captura con el uso de embarcaciones “nodrizas”.

Vera sostuvo que la Armada busca que capitanes y armadores se responsabilicen de las actividades de las fibras en altamar y así frenar casos ilícitos.

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El viernes pasado, el organismo interceptó al barco pesquero Floresman II con 1.200 galones de diésel y ocho fibras sin los permisos respectivos. Tres no se encontraban matriculadas y el permiso de zarpe era para cuatro tripulantes, pero se halló a veinte pescadores más; de ellos, catorce no contaban ni con matrícula personal.

De ahí que la Capitanía planteó una regulación para prohibir el remolque de fibras, lo que generó el lunes pasado una protesta de pescadores artesanales en las afueras de la entidad.

La dirigente Cecilia Pilligua dijo que la medida perjudicaría a unos 3.000 pescadores.

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El tema se analizará mañana en Guayaquil, en las mesas de diálogo que programó el Estado para el sector pesquero.