AFP
SOCHI, Rusia.-
A menos de tres años de los Juegos Olímpicos de invierno de Sochi-2014, Rusia trabaja a pleno rendimiento para estar preparada a tiempo, mientras los ecologistas alertan de un posible desastre medioambiental para esta región del Cáucaso bañada por el mar Negro.

Dmitri Kozak, viceprimer ministro encargado de supervisar este proyecto
clave para la imagen nacional, ha presentado recientemente un informe a su superior, el primer ministro Vladimir Putin, en el que se recoge que el 70% de las obras están finalizadas.

Grupos de habitantes de la zona y de ecologistas llevan tiempo avisando del coste medioambiental que las obras están teniendo y tendrán para los frágiles ecosistemas del lugar, por lo que consideran que las pérdidas podrían ser irrecuperables.

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Los promotores de los Juegos siguen adelante con sus planes, señalando que serán unos Juegos respetuosos con la naturaleza, como se recogía en su proyecto de candidatura.

"Los daños son aún peores que lo que temíamos al principio", avisa sin embargo Souren Gazarian, del Observatorio para el Medio Ambiente del Cáucaso Norte, una asociación regional que sigue de cerca las obras.

"Los equipos de construcción hacen lo que quieren y este lugar es un ejemplo de ello", añade, mostrando un río cuyos alrededores están cubiertos con un barro oscuro que se asemeja al alquitrán. Todo ello, dentro del Parque Nacional de Sochi.

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El parque sufrió un vertido en enero que dejó en la zona del río residuos de la construcción de un túnel, contaminando el lugar.

El Ministerio de Medio Ambiente ruso juzgó el incidente como "inadmisible" el pasado año, pero pidió diez días para detener la llegada de productos nocivos al parque. La naturaleza, denuncian los ecologistas, fue la víctima de las malas decisiones tomadas.

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Los habitantes del pueblo vecino de Akhchtyr subrayan que vertidos así no son los únicos peligros de las obras de la autopista que debe unir el aeropuerto de Sochi con las instalaciones olímpicas en las montañas, con un coste de 5.000 millones de euros.

"Nos estamos jugando la vida aquí", afirma Alexander Koropov, un granjero local, cuya voz apenas se escucha por el ruido de camiones en la carretera vecina.

Un habitante del pueblo murió atropellado por un camión en plena noche. El conductor, que no ha podido ser identificado, sólo se detuvo para empujar el cuerpo a una fosa.

Hace un año, Akhchtyr se quedó además sin suministro de agua potable después de que las obras de la autopista para Sochi-2014 destruyeran los depósitos.

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Los ecologistas subrayan que los daños podrían haber sido reducidos si sus consejos hubieran sido tomados en cuenta, pero dicen que muchos proyectos se han llevado a cabo con demasiada urgencia y secretismo.

Los activistas por el respeto de la naturaleza están ahora especialmente preocupados por las obras de construcción de una línea de ferrocarril que ha devastado un parque natural de la costa.

"Era uno de los últimos rincones de la costa que permanecía intacto", dice Gaiane Antonova, miembro de la Sociedad Geográfica de Sochi.

Desde la carretera, muestra el cabo Vidnyi, cuya costa escarpada, cubierta de pinos, era un paisaje muy querido por los amantes de la naturaleza y del buceo. El lugar es ahora una acumulación de materiales de construcción.

"La última vez que llamé a la policía, me dijeron que no podían venir porque la carretera tenía demasiado barro", señala Antonova, que se dirigió entonces al puesto de control y fue posteriormente acusada de perturbar el orden público. "Tengo la impresión de que se ríen de nosotros", dice con indignación.