¿Dolor en la parte de los hombros?, ¿falta de sueño?, ¿preocupación excesiva por las cosas del trabajo?, ¿fue diagnosticado con hipertensión o de algún problema al colon en los últimos exámenes médicos que se realizó?

Si usted contestó que sí a alguna de estas preguntas, podría estar en la lista de las personas que sufren estrés laboral, pues estos síntomas, entre otros, constituyen las principales manifestaciones de esta enfermedad, según describe el psiquiatra Pedro Posligua.

El médico explica que etimológicamente la palabra ‘estrés’ significa ‘sometido a tensión’, y señala que, a nivel laboral, esta patología se puede desarrollar en tres tipos de personalidades. La primera conlleva de manera exagerada a la competencia, “es un individuo que siempre está con una supermotivación para el trabajo, pero es irritable y ambicioso, lo que lo hace vulnerable a enfermedades como la hipertensión y la diabetes”.

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En el segundo tipo están aquellas personas que son lentas en la actividad laboral, quienes no se apremian en absoluto ante la demanda de trabajo. Este grupo, por el bajo rendimiento, está expuesto a despidos.

Mientras, el último grupo se enfoca en aquel individuo que absorbe todas las demandas de la empresa, él incluso se oferta para trabajar en casa y se excede en sus horas laborales porque necesita que los jefes elogien su trabajo. Estas personas tienen mayor predisposición a sufrir cáncer, alergias, colon irritable y otras patologías psicosomáticas.

Para el máster en comunicación organizacional Óscar Nieto, las empresas tienen un papel determinante para evitar que un trabajador sufra de estrés. Explica que la forma en que se comunica la compañía, la estructura en los niveles de liderazgo y no transmitir seguridad (como no ofrecer un contrato fijo) hacen que el trabajador desarrolle esta enfermedad.

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Sobre las consecuencias que se pueden presentar, Nieto dice que “un ser que tiene estrés puede volverse agresivo, intratable y sentirse enemigo de la sociedad”.

Al respecto, la psicóloga Cecilia Chávez señala como “el peor daño que causa el estrés laboral” las repercusiones que se viven en cada familia.

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El estrés produce mal humor en el trabajador, dice la especialista, lo que a la vez ocasiona problemas familiares. Esto porque su posición de tensión no le permite ser comunicativo con sus seres queridos. Luego se desencadenan una serie de problemas que, por falta de información, incluso terminan destruyendo hogares, señala.

En nuestro país, explica Nieto, pese a que manejamos el discurso de la estructura organizacional prohumana, en la práctica se ve hostigamiento, presión, amenaza y maltrato.

Lo recomendable, indica, es apelar a una estructurada saludable, con cargos y perfiles laborales donde la persona sepa cuál es su tarea, y que esta se incremente en la medida que el involucrado desarrolle sus capacidades.

“En este siglo XXI, la empresa es la que tiene en sus manos las posibilidades de disminuir los niveles de riesgo psicosocial en la vida del empleado”, señala, y agrega: “El empleador debe dar al trabajador un contrato y horarios laborales racionales”.

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Posligua sugiere que si una persona presenta estos síntomas debe procurar descansar y no utilizar los días libres para distenderse en bares o discotecas para relajarse, pues en realidad esto la agota más. Recomienda, además, la práctica del yoga, actividad que descarga el estrés de forma eficaz.

Datos

Estadística: Según un estudio del máster en comunicación organizacional Óscar Nieto, solo en las industrias de Guayaquil hay el 60% de casos de hipertensión, una de las principales enfermedades derivadas del estrés. Esta patología consiste en la estrechez de las arterias y es causada por la tensión que producen las situaciones difíciles. Un cuadro grave de hipertensión puede generar un infarto.

Curiosidades: Según el psiquiatra Pedro Posligua, cuando no está en un nivel elevado, el estrés resulta beneficioso para la creatividad y la motivación.

“La empresa tiene en sus manos las posibilidades de disminuir los niveles de riesgo psicosocial en la vida del empleado”.
Óscar Nieto Barquet,
Máster en com. org