Vicente Lecaro
‘Nos desesperábamos porque la pelota iba despacio en el gol’
El cuerpo de Vicente Lecaro, apodado el Ministro, exintegrante de la llamada ‘Cortina de Hierro’ de la zaga de Barcelona, sufre los golpes del máximo esfuerzo que dio como futbolista, pero su memoria está intacta. Cada detalle de la Hazaña de la Plata lo rememora como si viviera en la misma noche del jueves29 de abril de 1971.

El momento que relata con más emoción es la del gol de su compañero, el padre Juan Manuel Bazurko, en la que se incluye como uno de los involucrados en la jugada que generó el inolvidable tanto sobre Estudiantes en La Plata, Argentina.

“Siempre me gustaba salir con balón dominado, con mucha seguridad. Y el gol precisamente salió por una anticipación mía, se la di al (Jorge) Pibe Bolaños, este se la entregó a Spencer y de allí se la pasó a Bazurko, que se metió por el centro al arquero Flores y se la pateó a media altura...”, relata.

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Pero esos segundos del ingreso del balón despiertan aún la misma emoción de antaño al Ministro. “Esa pelota iba despacio y nosotros decíamos desesperados ¡ya entra!... porque atrás de ella corría el arquero. Hasta que entró y nosotros saltamos de la alegría”.

“Pero una vez que hicimos el gol y festejamos, allí (los de Estudiantes) se nos fueron con todo. Pero nosotros estuvimos bastante bien en la zona defensiva para aguantar el triunfo”, recuerda el exzaguero de 75 años, que está retirado de la actividad de la dirección técnica por un problema crónico en la rodilla derecha.

Washington Muñoz
‘En los tiros de esquina me lanzaban monedas en la cabeza’
Washington Muñoz, ahora de 67 años, fue parte clave del equipo de Barcelona que cuando arribó a Argentina recibió una serie de burlas por parte de los aficionados locales que intentaban desmoralizarlos antes de enfrentar a Estudiantes.

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“Desde que llegamos al aeropuerto de Buenos Aires, porque nos fuimos en bus desde allí a La Plata, escuchaba que la gente de allá se preguntaba: ‘¿y estos, qué son? ¿son boxeadores?’. La comparación más allá de ofender nos dio mucho ánimo. Tal vez lo decían para ver si se nos bajaban la moral y eso nos hincaba y motivaba que teníamos que demostrar que no éramos eso”.

Pero esa no fue la única actitud descortés que soportaron los canarios en Argentina. Durante el partido, “yo cobraba los tiros de esquina de ambos lados, y como la tribuna quedaba muy cerca de la cancha, y no había alambrado ni nada, cuando iba a los tiros me tiraban las monedas de filo (...). Vine con chichones en la cabeza, pero eso no nos amedrentó”, relata Muñoz.

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Esta hazaña seguirá intacta para el Chanfle, “mientras exista Barcelona”. Por eso el expuntero derecho considera que pese a que Liga (Q) superó a Barcelona al ganar la Libertadores y también haber triunfado en Argentina por Copa, “no creo que nuestro triunfo perderá valor. Además, lo que es primero, es mejor; aunque lo que está haciendo Liga es bueno y hay que felicitar a las instituciones que progresan...”.

Galo Roggiero
‘¿Cómo contraté a Bolaños de Emelec, a un cura y a Spencer?’
En el amplio anecdotario de Galo Roggiero, exdirigente de Barcelona, hay tres capítulos que son imperdibles: las contrataciones de Jorge Pibe Bolaños, en ese entonces ídolo del archirrival de los amarillos, Emelec; el fichaje de un sacerdote, el español Juan Manuel Bazurko; y la vinculación de quien era goleador de la Libertadores y estrella del Peñarol de la década de los sesenta, Alberto Spencer.

A Roggiero, quien en 1971 era presidente de Barcelona, se le dificulta resumir sus relatos, pero lo hace en el caso de Bolaños, que hizo una escala en el América quiteño antes de ser canario..

Con Bazurko: “Conversando con un amigo, Vicente Pardo Palacios, le pregunté: ¿te acuerdas de un cura que jugaba en Liga de Portoviejo? ‘Claro, Bazurko’, ¿y sabes dónde está?, y le pedí que me averiguara de él. Al día siguiente lo tuve en mi oficina. El cura ejercía su labor eclesiástica en San Camilo, Quevedo; en esa época usaba sotana rígida. Lo contraté por 3 mil sucres de sueldo y 3 mil de prima para el año 1971”.

Spencer: “Un día lo llamé. Me contestó, pero no me conocía, solo me presenté como presidente torero. Le consulté: ¿Te gustaría venir a Barcelona?; me contestó: ‘Sí, me encantaría, fue mi vitrina para proyectarme, pero mañana me voy a Brasil’; allí le propuse: ninguno de los dos clubes brasileños que te pretenden están en Copa, Barcelona sí, y tú tienes 48 goles en Copa y puedes aumentar si juegas acá... Y con ese atractivo lo traje”.

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Con Bolaños fue más fácil. Recuerda que el DT Jorge Lazo lo había excluido del plantel por indisciplina. Llegó a un acuerdo directo con el jugador azul, que luego también ganó idolatría como canario.