Mónica Zambrano Bravo alumbró a su sexta hija en la maternidad Enrique Sotomayor, de Guayaquil, a las 23:20 del 18 de octubre pasado. La bebé padecía problemas respiratorios y permaneció en una incubadora hasta el 10 de noviembre, cuando fue trasladada al hospital de niños Francisco de Ycaza Bustamante, donde murió el 5 de febrero.

Un día antes del deceso, Mónica llegaba de la calle con medicinas al hospital y coincidió en el ascensor con el director de Neonatología, a quien identifica como el doctor Alcívar. “¿Cómo está mi niña?”, le preguntó. “No sé qué está pasando, los niños están mal”, le respondió con pesadumbre, según ella.

A su niña, relata, ya le habían aparecido unos moretones en los brazos, que según una enfermera, eran por una infección. Le hicieron exámenes, cuyos resultados se esperaban en siete días, pero el certificado de defunción llegó antes. Este citó “paro cardiaco” como causa de su muerte.