Antes de la creación de la urbanización Los Ceibos, un hombre visionario tuvo la idea de hacer de Guayaquil una metrópoli donde los parques de diversiones y los buenos hoteles sean la presentación de la ciudad.

Fue Eduardo Carrión Toral (+) quien compró a la Junta de Beneficencia de Guayaquil (JBG) un terreno en lo que ahora se llama Cimas del Bim Bam Bum para la construcción de un parque recreacional, que se llamó Parque Bim Bam Bum y que abrió sus puertas en agosto de 1958 y del cual la Junta no tiene escrituras.

Andrea, una moradora que no quiso dar su nombre completo, narró que conoció de cerca a Eduardo Carrión. Ella recuerda que en su juventud el parque era visitado por residentes y personas de otros lugares, al igual que el hotel Cimas, “Era 5 estrellas, así decían, pero después de un tiempo desapareció”.

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Rafael Macías, secretario de la Junta de Beneficencia por más de 50 años, lo corrobora. Cuenta que Carrión compró a la Junta lo que ahora es Cimas del Bim Bam Bum, en primera instancia fue un parque y luego un hotel.

Según registros de la JBG, Eduardo Carrión adquirió el terreno (de 176.760 m²) para la construcción del hotel Cimas en 530.280 sucres, aseguró Silvia Moreira, funcionaria de la entidad. Esas escrituras sí constan en el archivo de la Junta y fueron otorgadas en la Notaría Cuarta en 1967.

Archivos de periódicos de los años 1959 y 1961 muestran cómo se anunciaban en aquella época las atracciones del parque Bim Bam Bum y un teatro del mismo nombre. Jorge Portaluppi Velásquez, de 91 años, morador del sector y exadministrador del parque, recuerda que el sitio estaba abierto todos los días. “La gente llegaba en buses de una flota de propiedad de un señor de apellido Aguirre, era muy concurrido”, comenta emocionado Portaluppi, quien estuvo al frente del sitio por 8 años.

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Otros moradores más actuales, en cambio, no dan certeza de aquello. En la urbanización, una casa tiene un estilo arquitectónico español, que según Andrea, “la construyó Eduardo Carrión Toral luego de un viaje que realizó a España”.

Por los seis niveles del cerro donde se asienta la ciudadela se observan casas abandonadas, con paredes rayadas, algunas de las cuales, según residentes, son utilizadas por desconocidos en la noche para beber y otros fines.

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Lo que fue y ya no es

Paola Calero, residente de Cimas hace 17 años, cuenta que la gente suele acudir por las noches en busca de algún tipo de misterio, pero según ella “no pasa nada en el lugar, hay un parque y un hotel abandonado nada más”.

Andrea relata que aún “vienen adolescentes y jóvenes por las noches en busca de conventos, manicomios y cárceles que supuestamente hay (...) pero la única verdad es que hubo un hotel que dejó de funcionar y no sé por qué”. En el parque de diversiones, relata, “existía una diversidad de animales, y el costo de la entrada era de 1 sucre para niños y 3 sucres para adultos”.

Actualmente, Carlos Manzur es el dueño del hotel inhabilitado, pero según Malena Manzur, su hija, “pronto construirán condominios”. Menciona también que en el recordado hotel Cimas fue donde se casó su padre con María Elena de Manzur. Ahora la construcción abandonada la cuida un trabajador de Carlos Manzur.

Mientras, de la época de oro del hotel y parque Bim Bam Bum que acogió a exitosas celebridades como los actores mexicanos Silvia Pinal y Enrique Guzmán en 1968 para el rodaje de una película, solo quedan recuerdos e historias que se repiten como mitos urbanos desde hace más de 20 años.

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