A las 00:20 de ayer, el corazón de Jonathan Israel Saraguro Yánez dejó de latir en el área de Cuidados Intensivos del hospital Francisco de Ycaza Bustamante.

Jonathan, quien permaneció hasta el lunes pasado en el área de Neonatología, donde fallecieron diez infantes entre el 3 y 15 de febrero, sufrió dos paros cardiacos, a las 22:00 y a las 22:30, aproximadamente.

Su madre, Ana Yánez, con tristeza y resignación a la vez comentó que su hijo se agravó en la tarde del sábado.

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“Me dijeron que se puso malito y que tal vez no pasaría de esta noche. No me dejaron entrar a despedirme”, dijo ayer la madre de familia con la mirada fija en una imagen del Divino Niño.

“Estoy triste porque murió, pero también siento alivio porque sé que Diosito se lo llevó para que ya no sufra más”, expresó Yánez con lágrimas.

Hasta las 16:00 de ayer no podían sacar el cuerpo de su hijo, porque la copia del certificado del Nacido Vivo tenía solo los apellidos de la madre.

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El padre del menor, a las 13:00 de ayer, viajó hasta Aguas Calientes, en el cantón Naranjal, para conseguir el documento original que sí tiene la información correcta del menor para tramitar la salida del cuerpo del hospital.

En Vivar, Azuay

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Los padres tenían previsto llevar los restos del infante al recinto Vivar, cantón Pucará, provincia del Azuay, donde vive la familia de la madre del menor para ser velado. Hoy en el cementerio general de dicha localidad será sepultado.