¿Recuerda la euforia que sentía Pedro Picapiedra cuando jugaba bolos con los Bufalos Mojados? o ¿el sonido de los pinos al caer derrumbados por una bola de boliche? Con la misma emoción unos 70 deportistas se reúnen todos los lunes para enfrentarse entre sí en el campeonato de bolos organizado por Bolocentro.

Los bolistas integran equipos o ligas que participan cada año en esta actividad la cual, a parte del desempeño deportivo, es aprovechada para fomentar la amistad.

Así se reúnen, a las 20:00, a participar en el torneo de Liga de Novatos que realiza esta bolera. Este espacio tiene 26 años en Guayaquil y aunque no es un deporte masivo cada año aparecen más equipos.

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En el 2011 son diez, dos más que el año anterior: Drink Team, JRC pharma, Onix, Joyería Marthita, Adnostra, Kavolo, Bic, Capose, Bola 8 y Pin 10. Cada uno está conformado por 4 o 6 jugadores.

La finalidad del juego es lograr un strike o chuza, es decir, derrumbar todos los pinos en el primer lanzamiento. Esto equivale a 10 puntos, pero si en el primer intento no se consigue el objetivo, hay una segunda oportunidad para lograrlo.

Los Bolos o Bowling, como también es conocido, requiere de habilidades que solo el deportista desarrolla con la práctica.

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Cada juego recibe el nombre de línea. En el campeonato del Bolocentro, los participantes juegan tres líneas (juegos) en la modalidad todos contra todos hasta que en mayo próximo se definan a las ligas clasificadas para las finales.

En la pista son tres los movimientos que ejecuta un jugador: agarrar la bola, caminar y lanzarla para derribar los pines. La técnica que empleen para hacerlo depende de la experiencia adquirida.

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un juego redondo

Drink Team es un elenco joven y, pese a que tienen cinco años de participaciones, han hecho de los bolos su vida. Lo integran nueve amigos: Ernesto Pólit, Gian Piero Bacigalupo, Diógenes Saverio, Luis Mancero, José Avilés, Juan Carlos Nicols, Alejandro Sánchez, Jonhn Naspuz y Nelson Armas.

“Somos un grupo de amigos, que además de divertirnos, queremos siempre competir y tenemos la disciplina de jugar en el Bolocentro o Strikes (Village Plaza en Samborondón)”, dice Ernesto.

Para José Avilés, quien juega desde los 16 años, es un deporte en el cual se necesita práctica y concentración para obtener un estilo.

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Los aficionados a este juego pueden adquirir sus propios implementos, aunque según Patricio Mestanza, administrador del bolocentro, por los costos demasiado altos en las tiendas locales, les resulta más conveniente mandarlos a ver desde Estados Unidos. Allá una bola, depende del material, puede costar desde $ 50 hasta $ 300.

En el sector se puede jugar en el Bolocentro (av. Carlos Plaza Dañín y Democracia), de martes a domingo, y en el c.c. San Marino, en el Cosmic Bowling, de lunes a domingo, pero solo en el Bolocentro se organizan campeonatos entre ligas.

Este lugar ofrece promociones durante la semana, los jueves las chicas pagan $ 1,50 la línea (20 lanzamientos) y zapatos gratis. Mientras que los viernes cuesta $ 2,99 la línea o la hora por $13,95.