El tsunami originado en Japón viajó 14.500 km durante 16 horas hasta las islas Galápagos, y 19 horas hasta la faja costera ecuatoriana. Las olas al primer sector llegaron con una altura de 2,5 metros y a la costa, de 2 metros, según el Inocar.

La onda recorrió a un promedio de 760 km por hora. Su fuerza, sin embargo, vino disminuida y por eso no causó mayores percances, aunque en Galápagos hubo efectos en Puerto Ayora, isla Santa Cruz, donde resultaron con daños el cuartel de la Policía, el local del Banco del Pacífico y una decena de comercios. Pero sobre todo, resultaron afectadas zonas de anidación de especies y sitios de interés científico y turístico.

Ayer en la mañana, algunos de los habitantes de Santa Cruz y empleados municipales y de otras entidades públicas hicieron una minga para limpiar el muelle, el malecón y la avenida paralela, símbolos de esta localidad y por donde circulan cientos de turistas. Ayer se reanudaron las actividades turísticas.

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Además de la importancia turística, las islas, Patrimonio Natural de la Humanidad, tienen importancia científica y el Parque Nacional Galápagos (PNG), su administrador, también realizaba ayer una evaluación de los efectos en el área protegida, especialmente en cada sitio de visita del archipiélago. “El objetivo es asegurarse, sobre todo en los sitios en donde existe infraestructura, que ayuda al embarque y desembarque de pasajeros, que estén en buenas condiciones”, señaló un informe.

Los sitios de visita cercanos a las islas pobladas no han sufrido mayores impactos por el oleaje, por lo que se los mantiene abiertos. El Centro de Crianza de Tortugas Gigantes y el Muelle de Santa Cruz permanecían cerrados por los daños causados por el fenómeno natural. Las especies del centro de crianza, entre ellas el Solitario George, se mantenían en un albergue hasta reacondicionar el sitio donde viven.

El PNG indicó que el lado suroeste de la isla San Cristóbal es una de las costas del archipiélago más afectadas. Allí están los sitios de visita islas Lobos y Manglecito. En Santa Cruz, la playa de El Garrapatero sufrió daños en la infraestructura. Una grieta unió el mar con una laguna de flamingos ubicada a 200 metros en el interior. Este sitio sirve como lugar de anidación de tortugas marinas; se constató que los nidos han sido destruidos por el oleaje, señala el informe del PNG.

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Evaluación preliminar
Se reportó ayer el daño a la lancha de cabotaje La Silke, en la isla Isabela, que se encontraba en la rada de Puerto Villamil y que fuera arrastrada hacia las piedras frente a la bahía. En Santa Cruz, se pudo constatar daños en algunos negocios ubicado en el sector del muelle de cabotaje y avenida Charles Darwin. La agencia principal del Banco del Pacífico sufrió daños en su infraestructura frontal, ingresando el agua hacia las oficinas, cuyos mobiliarios y más enseres eran retirados ayer.

El comandante de la Policía local, Javier Buitrón, indicó que en el cuartel tres oficinas, la prevención y dos dormitorios quedaron destruidos. “El agua se llevó muebles, computadores y otros enseres; son importantes pérdidas”, dijo.

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Carlos Moncayo, director provincial de la Secretaría Nacional de Riesgos en Galápagos, señaló ayer que alistaba un informe definitivo.

Detalles: Otros escenarios
Playas
Los operadores esperaban que asistan al menos la mitad de los 8.000 turistas que aspiraban a recibir este fin de semana. Varias reservaciones fueron canceladas en algunos hoteles, como el de César Laverdy, que de 15 habitaciones que tiene 6 fueron canceladas. Pasado el mediodía empezaron a llegar los bañistas y se esperaba que hoy se normalice.

Guayaquil
La masiva afluencia de turistas en boleterías de las cooperativas que van a las distintos balnearios del país marcó la reactivación de la temporada playera. En los destinos hacia Santa Elena, además de turistas, también buscaron boletos nativos de esa provincia que vinieron a Guayaquil ante la orden de evacuación por la alerta de tsunami.