La tercera edad suele asociarse casi de inmediato a las arrugas, a las enfermedades relacionadas con la presión arterial y el olvido y hasta con un asilo de ancianos. Nadie se los imagina con sus manos entrelazadas, dándose muestras de afecto o viviendo una sexualidad como en la juventud.

La realidad: puertas adentro ocurre, como si los 20 no se hubieran ido de sus vidas.

“Nadie está libre de la sexualidad”, explica el especialista en ginecología y obstetricia, Rodolfo Rodríguez Carrión, autor del libro: Salud, amor y sexo en adultos mayores”.

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El especialista afirma que con una avanzada edad tiende a bajar el deseo sexual, “pero eso no quiere decir de que no se pueda mantener una relación sexual”. Además, señala que la sociedad ha estigmatizado a los adultos mayores como “seres asexuados” y aquellos que lo hacen son catalogados como “viejos verdes” o “viejas locas”.

“Mientras el hombre tenga erección, puede embarazar a una mujer. En cambio en la mujer la etapa reproductiva se termina con la menopausia, pero sigue produciendo hormonas y la mujer después de la menopausia tiene más deseo sexual, mejores orgasmos, esa hormona es la que aumenta la libido, el deseo sexual”, explica Rodríguez.

Sin embargo, lamenta que la sociedad tenga prejuicios contra los adultos mayores. “La gente cree que la mujer menopáusica ya no tiene deseo, ya no es apropiada para tener relaciones”, indica él.

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Placer en tercera edad

Rodríguez Carrión recalca que “cuando hay amor, se puede tener placer con caricias, besos, abrazándose y no solo teniendo sexo”.

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Con él coincide Eduardo Santillán, doctor en psicología clínica, especialidad en terapia de parejas. “La relación tiene connotaciones de carácter psicosocial. En el campo masculino existe más dificultad para una erección sostenida y en el femenino hay menos lubricación, pero cuando hay amor, el contacto corporal y emotivo, las relaciones sexuales son satisfactorias”, dice.

El especialista en parejas añade que los adultos mayores necesitan aceptación dentro de su entorno familiar, porque las expresiones denigrantes derivan de creer que la sexualidad es algo pecaminoso.

Aunque para muchos resultaría ilógico que una pareja de la tercera edad continúe teniendo sexo, por los prejuicios hacia los adultos mayores, existen testimonios de personas que disfrutan de su vida sexual pese a cruzar la barrera de los 60 años.

Para Hugo Núñez, de 73 años, y Mercedes Salazar de Núñez, de 66, la edad no es impedimento para que sigan dándose amor.

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Tienen 43 años de casados y aseguran mantener viva su relación con caricias, abrazos y besos. “A mí no me importa darle un beso a mi esposo en la calle y que las personas vean cómo le demuestro mi amor”, manifiesta orgullosa doña Mechita, como le dicen sus amistades.

Coinciden en que su actividad sexual es normal. “Durante el mes hacemos el amor unas 3 o 4 veces”, revela don Hugo, quien asegura que su vida sexual es igual de placentera como en sus años de enamorados.

Para Rodríguez la frecuencia con la que esta pareja mantiene relaciones demuestra que tienen un excelente estado de salud. “Tener relaciones sexuales no hace daño, me parece bien que lleven ese ritmo”, asegura el especialista.

Recomienda que por ese mismo motivo las personas deben controlarse la presión arterial antes del acto sexual para prevenir un infarto u otros problemas de salud.