AP
SAN JUAN, Puerto Rico.- Puerto Rico tiene al suroeste, donde se hunde el lecho oceánico, arrecifes de coral en los que pululan ascidias de color azul brillante y otros organismos cuya existencia alienta las esperanzas de los científicos que efectúan denodados esfuerzos para salvar los ecosistemas amenazados de la isla.

Los organismos forman parte integral de un grupo de arrecifes descubiertos hace poco y que sobreviven sin problemas cerca de una zona donde la mayoría de los arrecifes de coral de aguas bajas y los peces que dependen de ellos enfrentan muchos problemas.

Los arrecifes, que se ubican a una profundidad de 152 metros en una zona de 19 kilómetros de ancho, fueron descubiertos en fecha reciente durante una misión que investiga los corales de aguas profundas, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA por sus siglas en ingles).

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"Encontramos imprevistamente esta zona", dijo a The Associated Press Richard Appeldoorn, profesor de la Universidad de Puerto Rico en Mayaguez y quien participó en la misión.

Un grupo de buzos que tomó un curso de capacitación de un año para descensos submarinos de 31 metros advirtió la existencia de los arrecifes que prosperan en la zona y de los depredadores grandes que acechaban a sus presas, expresó Appeldoorn, quien supervisa el programa de estudios de pesca, biología y arrecifes de coral de la universidad.

Los buzos encontraron en el paisaje submarino profundo poblaciones de corales lechuga, corales estrella con filamentos, varias especies de esponjas, así como meros, pargos y tiburones, relató Appledoorn, quien ha solicitado la protección de los arrecifes y las zonas aledañas menos profundas donde los peces desovan y luego regresan a aguas profundas.

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"Siempre se pueden ver peces grandes (en la zona) cuando no se les había visto durante décadas, o nunca, en la parte superior de la plataforma (oceánica)", dijo.

La presencia del arrecife significa que los ecosistemas poco profundos y delicados en el territorio caribeño estadounidense tal vez tengan una posibilidad de supervivencia mayor que la pensada debido a que las especies de peces que buscan prosperar a mayor profundidad pueden contribuir a reponer las reservas en más arrecifes bajos, dijeron Appeldoorn y Ernesto Díaz, director del Programa de Administración de la Zona Costera de Puerto Rico.

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"Es una agradable sorpresa saber que existen las especies que se creía no se volverían a ver", expresó Díaz.

El descubrimiento, que anunció la NOAA a principios de enero, tuvo lugar en momentos en que autoridades de Puerto Rico y las Islas Vírgenes estadounidenses promueven la creación de la Sociedad Oceánica Regional del Caribe, una iniciativa que busca mejorar la coordinación del aprovechamiento de las aguas costeras y la ejecución de programas de conservación.