EFE
RÍO DE JANEIRO, BRASIL.- El gobierno de Río de Janeiro declaró ayer el estado de calamidad pública por 180 días en siete municipios de esta región brasileña y anunció la construcción de 3.000 casas, en sus primeros pasos para reconstruir las ciudades afectadas por las lluvias de esta semana que dejaron al menos 626 muertos.

El gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, pidió facilitar la reconstrucción permitiendo que gobiernos regional y municipales contraten empresas, obras y trabajadores y compren material sin licitación pública ni trabas burocráticas.

La medida se extiende a Nueva Friburgo, Teresópolis, Petrópolis, Bom Jardim, Sao José do Vale do Río Preto, Sumidouro y Areal, las ciudades más afectadas por las inundaciones y los deslizamientos de tierras que sepultaron cientos de viviendas en las faldas de las montañas.

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Además de casas, las lluvias destruyeron carreteras, puentes, calles, plazas, redes de energía y de telefonía y edificaciones públicas, y provocaron millonarios daños materiales.

Ayer, nuevas lluvias obligaron a los equipos militares a interrumpir las labores de rescate.

En medio de la devastación, asociaciones de protección animal y veterinarios, iniciaron una campaña para salvar también animales víctimas de las lluvias y aludes en Río de Janeiro, destacando que "la prioridad es salvar vidas humanas".

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Esta nueva preocupación se da en el contexto de una imagen que conmovió ayer a Brasil en medio de la devastación: un perro llamado Leao, que no se separa desde hace días de la tumba donde fue enterrada su dueña en un cementerio local en Teresópolis.

Más crecidas de ríos
Los habitantes de decenas de pueblos rurales de Melbourne, estaban atentos a la crecida de cuatro ríos y sus afluentes, por fuertes lluvias, mientras en el estado de Victoria se esperaban inundaciones similares a las que afectaron a Queensland, dejando 28 muertos y 14 desaparecidos

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Fauna en peligro
Las lluvias y las inundaciones también afectaron la rica fauna australiana. Según las asociaciones protectoras de animales, además de un gran número de ejemplares muertos, se ha destruido el hábitat de koalas, lagartos, serpientes, ranas, canguros y wallabíes y otros animales.