Pese a que el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) entregó el pasado martes las primeras 158 casas donde será reubicado un grupo de familias que habitaba en los bajos del puente de la A, entre los moradores de las riberas del estero Salado existe preocupación por un posible desalojo que contemplaría el proyecto de remediación del brazo de mar.

Según el titular del Miduvi, Walter Soliz, se prevé reubicar hasta el 2013 a 15 mil familias que viven a orillas del estero.

Ayer, un grupo de moradores de las calles 28 y la 26, del sector Plan Piloto, en el suroeste, en diálogo, a través de radio Sucre, con el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, indicaron que no están dispuestos a abandonar sus predios.

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Ellos señalaron que poseen sus títulos de propiedad y que están asentados desde hace décadas en esa zona.

También pidieron al Alcalde obras de regeneración como parques lineales y alcantarillado para evitar la afectación al estero, que toma el nombre de Mogollón en la zona.

Nebot expresó que el Municipio les entregó títulos de propiedad, por lo tanto no es la entidad que los desalojaría. “Es al Gobierno al que tienen que dirigirse y pedirle que no los desalojen”, recalcó.

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Asimismo, Nebot dijo que Interagua trabaja en las obras de alcantarillado en esta y otras zonas, donde se descargaban residuos al estero.

El presidente Rafael Correa manifestó que la recuperación del estero Salado forma parte del proyecto Guayaquil Ecológico que incluye, además, a la isla Santay y al parque de Los Samanes de 200 hectáreas.

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Asimismo, Javier Salgado, coordinador de Medio Ambiente Sustentable de Guayaquil, solicitó a la ciudadanía colaborar, evitando lanzar basura en el Salado para no contaminarlo más.