El sistema de salud pública será declarado en emergencia a partir de mañana, anunció el presidente Rafael Correa en su enlace sabatino de ayer.

El Mandatario explicó que el plan emergente busca transformar la estructura hospitalaria del país, para así mejorar la calidad de los servicios, remodelar la instalación de áreas críticas, entre otros aspectos.

Explicó que la declaratoria permitirá la liberación de recursos, menos en los sectores de salud y educación.

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Para este año el programa emergente demanda de $ 406 millones, que serán invertidos “en ocho grandes hospitales” y en la compra de hospitales privados que serán convertidos en públicos para aumentar la oferta de la red médica en el país.

Señaló que el plan responde a la sobredemanda que existe, por lo que hay que incrementar la oferta.

Aseguró que dada la confianza que la gente tiene en la salud pública, ciertos hospitales están abarrotados, y citó que solo en consulta externa el Gobierno pasó de atender a 14 millones de personas, en el 2007, a 30 millones en la actualidad.

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El Mandatario admitió, sin embargo, que aún debe definirse bien de dónde saldrán los recursos para el plan.

Indicó que en caja cuentan con $ 100 millones de los más de $ 400 millones necesarios, por lo que habrá que hacer ajustes al presupuestos. Insistió que habrá reformas tributarias, cuyas recaudaciones irán a salud.