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BRUSELAS.- El Gobierno de Hungría recibe fuertes críticas por su nueva ley de medios, que entró en vigor el 1 de enero, y que crea una nueva autoridad mediática que supervisará toda la producción de noticias de los medios públicos.

Este nuevo ente está integrado por personas nombradas por el gobernante partido Fidesz, las que podrán multar hasta con 730.000 euros ($ 976.000) a los medios que "atenten contra el interés público, el orden público y la moral", o si dan "informaciones parciales", sin definir estos conceptos. Además, obliga a periodistas a revelar fuentes de seguridad nacional.