Tras 10 días de haber recibido un disparo a la altura de la clavícula, el general, ex comandante de la Fuerza Aérea, murió hoy en el hospital Luis Vernaza, de Guayaquil.

Las Fuerzas Armadas confirmaron este miércoles su deceso. En un comunicado, señalaron que el fallecimiento se produjo mientras era sometido a una intervención quirúrgica.

Pasado el mediodía el cuerpo del general fue pasado al anfiteatro del hospital, a donde llegaron familiares, allegados y el fiscal de Samborondón, René Astudillo, para realizar los trámites correspondientes, reportó Citynoticias (89.3 FM en Guayaquil).

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El cuerpo será trasladado al departamento de Medicina Legal de la Policía Nacional.

Patricia Ochoa, esposa del ex comandante de la FAE, Jorge Gabela, rindió su declaración en la Fiscalía de Samborondón la tarde del pasado lunes y anunció que sus parientes realizan un fondo común para ofrecer una recompensa a la persona que entregue información sobre los autores del atentado a su cónyuge.

El hecho ocurrió el pasado 18 de diciembre a las 02:00 en el interior de la ciudadela privada Tornero del Río, en la vía a Samborondón, cuando dos sujetos aprovecharon el ingreso a la urbanización de su hija Anahí, para ingresar hasta la casa y dispararle en una ocasión.

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“Me siento desconcertada, sinceramente para mí es un atentado contra mi esposo”, expresó la esposa, al tiempo que dijo que se puso a disposición el teléfono 09-756-4698 para recibir la información respecto a los responsables del atentado.

Patricia Ochoa prefiere no especular o acusar a nadie, aunque expresó que si los maleantes hubieran querido hacerle secuestro express a su hija lo hubieran cometido fuera de la urbanización.

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También descarta el robo porque tuvieron todo a su favor para hacerlo, puesto que los desconocidos estaban armados y dentro de la casa; mientras que Gabela estaba desarmado.

Ochoa declaró en la Fiscalía detalles acerca del atentado. Ella señaló que su hija Anahí le comentó que cuando regresaba a casa se dio cuenta de que en el portón de la ciudadela un carro se colocó a corta distancia de su automotor. Añadió que su hija pensó que se trataba de un vecino, por lo que no le dijo nada a los encargados de la puerta y no fue hasta cuando abría la puerta del domicilio que uno de los sujetos que venía atrás la golpeó e ingresó al departamento para tratar de acabar con la vida del ex comandante.

Urbanización: Samborondón
Sin seguridad
La compañía de seguridad que trabajaba en la urbanización Tornero del Río había cesado en funciones el día del atentado, por lo que se colocó a un portero, quien permitió el paso de los antisociales.