Una vez que el Código de la Producción fue aprobado en la Asamblea, las administradoras de las actuales zonas francas han comenzado a analizar la posibilidad de ‘migrar’ al nuevo modelo de Zonas Especiales de Desarrollo Económico (ZEDE) que crea ese cuerpo de ley.

El Código, en una de sus transitorias, abre la alternativa para que las zonas francas existentes acojan la modalidad de ZEDE, que darán más incentivos a nuevas inversiones. Quienes no deseen podrán continuar como zonas francas hasta que finalicen sus concesiones, algunas de las cuales ya están por terminar o tienen corrido más del 50% de los 20 años para los que fueron otorgados.

Uno de esos casos corresponde a la Zona Franca de Esmeraldas (Zofree), que el próximo año cumplirá sus dos décadas. Fernando Moncayo, gerente de ese territorio franco, señaló que, aunque todavía falta por definirse la reglamentación del Código, estudian la opción de mudar al esquema de ZEDE.

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Con seis usuarios en su zona franca, que desarrollan actividades industriales y de servicios logísticos, Moncayo estima que para ellos no será complejo adaptarse a las actividades que el Gobierno pretende que se impulsen en las ZEDE.

En las zonas francas se podían instalar empresas que emprendan trabajos de tipo industrial, servicios, servicios turísticos y comerciales, aunque esta última tuvo complicaciones para ser aplicada. En cambio, las Zedes las delimitan a transferencia de tecnología, operaciones de diversificación industrial y servicios logísticos.

Los cambios, además, pasan por los estímulos que recibirán las nuevas inversiones, en especial si se asientan en áreas de menor desarrollo.

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Édgar Salazar, gerente de Metrozona, uno de los complejos de Pichincha que está apuntando a ser una ZEDE, sostiene que las nuevas zonas definen mejor los roles que cumplirán. “Ahora es claro que las ZEDE van a ser apoyo para el desarrollo y que tendrán respaldo por parte del Gobierno”.

Según el Consejo Nacional de Zonas Francas (Conazofra) hay nueve en funcionamiento y en este año se ha calificado a ocho empresas usuarias. Una de las últimas en entrar a operar es la zona franca del Guayas, llamada ZonaPacífico.

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Carlos Chávez, gerente de ZonaPacífico, dijo que sus usuarios han iniciado los estudios económicos para migrar a ZEDE “una vez que se tenga el marco legal reglamentario, manuales, y otros temas operativos definidos”.

La disposición transitoria del Código establece que las zonas que deseen ser ZEDE podrán presentar una solicitud con al menos seis meses de antelación a la finalización de su concesión, a fin de que se evalúe la petición, priorizando la migración al nuevo esquema en los casos que fuera posible.

Viviana Vásquez, directora ejecutiva (e) del Conazofra, explicó que la zona franca de Guayaquil, de reunir los requisitos señalados en la disposición transitoria quinta del Código, puede optar por migrar al esquema ZEDE.

La perspectiva
Tendencia: Fausto Benítez, especialista en comercio exterior, considera que la tendencia de las zonas francas podría apuntar a cambiarse a ZEDE, debido a que una vez terminada la concesión de una zona franca no podrá hacerlo nuevamente al quedar insubsistente el modelo actual.

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