“El call center del IESS no sirve para nada”, así describe Teófilo García, de 65 años, el funcionamiento de este servicio para separar una consulta en las especialidades del hospital Teodoro Maldonado Carbo.

García, quien es diabético, no se queja de la atención que le dan los médicos de esa área, pero sí del call center. Él tenía cita el pasado 28 de octubre, pero se la suspendieron porque uno de los seis endocrinólogos estaba de vacaciones, lo que según empleados del área fue avisado un mes antes al call center, pero el sistema siguió dando las citas.

El jueves pasado, en cambio, no fue atendido porque la doctora que le habían asignado estaba en un congreso de diabetes en Chile junto a otros dos especialistas de esa misma rama.

Publicidad

Por eso, además de las 16 consultas que se ven a diario en endocrinología se suman 9, que son pacientes que suelen venir de provincias y el call center no les facilita una cita.

Ese no es el único inconveniente para los pacientes diabéticos, explica uno de los empleados de consulta externa. “A veces necesitan inyectarse insulina y no se la dan si no tienen cita, entonces ¿qué hace el paciente?, no se la pone y eso daña su salud”, expresa el médico.

Otra paciente, de 46 años, en cambio, señala que la insulina suele escasear en el hospital. “El pasado 15 de octubre no había insulina lenta, parece que recién llegó este lunes (pasado 8 de noviembre)”, dice ella.

Publicidad

En la farmacia de esa casa de salud se comprobó el viernes pasado que aunque tenían insulina glargina (ultralenta) y rápida, no había intermedia.

En este hospital solo en la sala de endocrinología se atiende a diario a 15 diabéticos, sin contar los que permanecen en otras especialidades como cardiología, nefrología y oftalmología.

Publicidad

Entre las complicaciones más comunes de la enfermedad están el pie diabético, infecciones en las vías renales y problemas respiratorios.