El Municipio de Guayaquil verificará en su jurisdicción el Censo de Población y Vivienda, que se desarrollará el próximo 28 de noviembre, bajo la dirección del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) a nivel nacional.

Así lo anunció ayer el alcalde de esta ciudad, Jaime Nebot, durante el acto de inauguración de la Junta Promotora Cantonal del Censo, que él preside.

Nebot dijo que aceptó presidir esa comitiva “porque es nuestra obligación colaborar, no solo desde el punto de vista legal y cívico, sino por conveniencia de nosotros mismos, de lo que esta comunidad significa en el Ecuador”, expresó.

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La veeduría que quiere hacer el Municipio no se trata de un proceso paralelo, aclaró. “Se trata de que con todo el personal y con todos los guayaquileños de empresas privadas y públicas podamos verificar el Censo a fin de que quede claro, para tranquilidad de todos, cuántos somos en realidad y cuáles y cuántas son nuestras necesidades básicas insatisfechas (NBI)”, expresó.

Entre otros parámetros, las NBI y el número de habitantes de una población son considerados por el régimen en una fórmula a la hora de asignar recursos a los distintos niveles de gobiernos seccionales.

A Nebot le preocupa que se dé “un tratamiento político de las cifras de Guayaquil, especialmente en materia de las NBI”. De allí que, resaltó, será importante vigilar el proceso, para lo cual ya se llegó a un acuerdo con el INEC, señaló.

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El director del Instituto, Byron Villacís, presente en el evento, dijo que la acción municipal “va a ser un proceso de seguimiento al Censo”, como ya lo están haciendo otros gobiernos seccionales en el país.

Destacó que de parte del INEC existe “apertura total” a la supervisión del proceso.

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“Hacemos un llamado a todas las autoridades locales a que vigilen y participen en el Censo, todo proceso de auditoría y vigilancia es bienvenido y necesario”, indicó el funcionario.

Villacís escuchó la preocupación de Nebot por dos temas que, según el Alcalde, no constan en las boletas censales, que ya están impresas. El primero tiene que ver con la población flotante, gente que trabaja en Guayaquil, pero que reside en cantones circundantes, cuyas necesidades, según su criterio, deben ser atendidas tanto en la ciudad donde vive, como en la que trabaja; el otro tema se refiere a definir conceptualmente cuáles son esas necesidades.

Nebot citó como ejemplo la construcción de aceras y bordillos, no consta como una NBI.

Por eso acotó que “un censo no debe ser político y peor discriminatorio para efectos centralistas”.

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