AFP
BUENOS AIRES.- Los restos del ex presidente y líder peronista Néstor Kirchner, cuya muerte dejó un vacío de poder en Argentina, fueron sepultados esta mañana en su natal Río Gallegos (sur), tras el adiós de una multitud que formó filas de dos km durante 26 horas de velatorio.

"¡Volverás y serás millones!", gritaban y escribían sus partidarios en las banderas celestes y blancas, al reflotar una histórica frase de Evita Perón, a la vez que alentaban con voces de ¡Fuerza! a la viuda, la presidenta Cristina Kirchner, cuya fortaleza será puesta a prueba.

La mandataria descansó unas horas en la residencia oficial de Olivos (al norte) y regresó a la capilla ardiente en el Salón de los Patriotas Latinoamericanos de la Casa Rosada, donde se escucharon estentóreas expresiones de apoyo, cánticos a coro y encendidos discursos de los militantes.

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"¡Néstor no se murió, Néstor no se murió, vive en los corazones de nuestro pueblo trabajador!", coreó la muchedumbre sin pausa en un fenómeno político cargado de sentimiento que por su masividad revivió las exequias de Evita en 1952 y las del tres veces presidente Juan Perón en 1974.

La muerte de Kirchner a los 60 años de una crisis cardíaca en la residencia matrimonial de El Calafate, en el extremo austral de la nación, provocó un resurgir de la mística justicialista con el desfile de centenares de miles de hombres, mujeres y niños por el centro de Buenos Aires y la Plaza de Mayo.

La Presidenta, quien perdió a su compañero de militancia de toda la vida y a su pareja cogobernante de hecho, recibió expresiones de pesar y solidaridad también de una pléyade de mandatarios latinoamericanos, e incluso este viernes del ex presidente español Felipe González.

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"Más que un presidente era un compañero, que ayudó a construir la integración de Sudamérica y de América latina", dijo la medianoche del jueves el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, quien hizo una pausa en su campaña electoral en favor de Dilma Rousseff para viajar a Buenos Aires.

Por la capilla pasaron también los mandatarios de Venezuela, Hugo Chávez; Paraguay, Fernando Lugo; Bolivia, Evo Morales; Ecuador, Rafael Correa; Chile, Sebastián Piñera; Uruguay, José Mujica, y Colombia, Juan Manuel Santos.

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Al perder a su mayor estratega, el oficialismo vive horas de incertidumbre en Argentina, pero el principal sostén político del Gobierno, la central obrera CGT, renovó su respaldo, al afirmar su líder, Hugo Moyano, que "después de Perón y Eva viene Néstor Kirchner".

Pero a pesar del duelo nacional y el respeto que provoca la muerte, los activistas cantaron sin pausa, día y noche, un estribillo contra Julio Cobos, quien hace dos años pasó a la oposición sin renunciar a la vicepresidencia, desde donde opera su candidatura presidencial para 2011.

"¡Andate Cobos, sos un traidor!", bramaba la multitud contra el político de la socialdemócrata Unión Cívica Radical (UCR) que vota leyes en contra del Gobierno cuando hay paridad en el Senado, cámara que preside.

La Presidenta se erige ahora en la candidata natural del kirchnerismo para el 2011, afirmó el canciller Héctor Timerman, pero analistas consideran que deberá lidiar con una reestructuración de Gabinete y una recomposición de fuerzas.

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La economía creció a toda vela desde el 2003, cuando asumió su marido, a un ritmo del 8% anual, salvo la recesión forzosa por el descalabro de la especulación financiera mundial en 2009, aunque el país aún arrastra una inflación del 25% anual, no reconocida por el Gobierno.

Néstor Kirchner había llegado al poder como emergente de la peor crisis histórica por el colapso de la economía tras el neoliberalismo implantado entre 1989 y 2001 por los presidentes Carlos Menem y Fernando de la Rúa.

De su gobierno, entre el 2003 y el 2007, se recuerdan la reforma de la Corte Suprema con juristas de prestigio, los juicios por los crímenes de la dictadura (1976-1983), la estatización de los fondos privados jubilatorios en crisis, la cancelación de la deuda con el FMI y el arreglo casi total de la deuda en 'default'.

En cambio, fue criticado por manipular los índices de inflación y por rasgos autoritarios que despertaron odios, incluso en sectores peronistas y de otras fuerzas de izquierda y de derecha, además de varios enfrentamientos con grupos de medios.

Irascible y temperamental, sostuvo duras peleas contra la Iglesia Católica y las patronales de agricultores, que le organizaron la mayor huelga histórica del campo a su esposa en 2008 contra los impuestos a las exportaciones.

Dejó el mando con una popularidad de más de 60%, pero la oposición reclama reabrir la causa judicial que investigaba el aumento de un 700% en la fortuna amasada por los Kirchner desde el 2003.